Por la inmensa campiña castellana
avanzo con mi paso de labriego,
camino con la vara de avellana
en busca de las aguas para el riego.
Está seca la tierra segoviana
por razón del calor tan veraniego;
ya suplica ese trago de tisana
que le sirva de alivio y contrafuego.
Y allí está el poeta embelesado
contemplando aquel cuadro de la vida.
El paisaje se extiende desolado
y le muestra su faz con tanta herida.
¡Cuánto amor y trabajo se ha logrado
de la gleba sedienta y tan dolida!.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/10/11
Hola Rafael para felicitarte he llegado hasta aqui siguiendo la huella de tus versos felicidades poeta que Dios te bendiga
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