Hoy no hay letras ni regalos.
Sólo el blanco en la cuartilla,
el color inmaculado
que penetra por la vista.
El cuaderno está vacío
y sus hojas muy tranquilas,
aunque llegan a su lado
unos besos de la brisa.
El susurro inolvidable
de una tierna melodía,
también llega con sus notas
y te arranca una sonrisa.
Hoy no hay versos ni poemas
ni borrones de la tinta,
solo existe este silencio
producido por la herida.
Unas lágrimas resbalan,
sin querer por tus mejillas,
y las limpias con tus manos
mientras piensas en las mías.
Yo quisiera que mis dedos
recorrieran tu barbilla,
y tus senos y tu espalda
y la senda de tu vida.
Hoy no hay cantos ni sirenas,
sólo espuma por la orilla,
la marea sube y baja
y se duermen las barquías.
Pero miras el cuaderno
y sus hojas están limpias,
tú quisieras que tuviera
esa letra menudita.
Esos versos desgarrados
de otras noches, que te gritan,
que te piden que los leas
en sus llantos y en sus risas.
"...Hoy no hay letras, simplemente,
la cuartilla está vacía,
sólo quiero que el cuaderno
vaya a ti, con mi caricia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/12/11
Hoy mis palabras, están de más.
ResponderEliminarSimplemente... maravilloso.
Te soy con el Alma.
Pero están tus palabras y también el comentario, así que "gracias" DesdMiVentana.
EliminarUn abrazo.