Hubiera querido verte sin prisas
en medio del azul y la tormenta,
bailar sobre las aguas de los mares
charlando de muchas cosas diversas.
Hubiera querido bailar contigo,
soñar bajo la luz de las estrellas,
en el templo sagrado de los mares
que sabe de corsarios y galernas.
Más dije al corazón que se parara,
y la sangre obediente de las venas
cesó con sus latidos un instante,
esperando que subiera la marea.
Era hermoso aquel sueño compartido
y el roce de tu pelo y la melena,
lo mismo que tus labios suspirando,
mis dedos ascendiendo por tu trenza.
Sin embargo mi pecho se detuvo
quizás por el cansancio y tanta brega,
o puede que perdiera la energía
la chispa del volcán que la prendiera.
Y entonces comprendí que mi silencio
tenía componentes de cadencias,
de fuertes huracanes en el alma
y lluvias de los ojos a la tierra.
Estaba empalagado de nostalgias
de sueños desbocados y princesa,
de hermosas aventuras y conquistas
tomadas de escritores y novelas.
Por eso crepitaban los recuerdos
con tiras de ilusión en sus cenefas
buscaban la canción y fantasía
del alma emborrachada siempre en vela.
Buscaban el delirio del mendigo,
la risa en la limosna de la fiesta,
el beso del amor y las pasiones
del alma atormentada en esa leva...
"...Hubiera querido verte sin prisas,
hablar y caminar por la ribera,
notar estremecerse tu corpiño
con mis labios sellando tus tinieblas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/02/12
Hola, Rafael, amigo.
ResponderEliminarMe he paseado por tus poemas dándole a mi espíritu un poco de sosiego, yo que soy tan ácida, tan proclive a escribir de desamor y de penas y amarguras sin remedio.
Gracias por tus letras.
Un beso cálido.
Gracias por pasear por mis poemas. Si ellos te dan ese poco de sosiego que dices me alegraré infinitamente. Creo que todos tenemos momentos en que escribimos tal y como dices. No soy ajeno a ello. Un día, quizás de casualidad, descubrí también que la poesía es vida y que hay luz al final del camino. Buscar esa vida y esa luz es mi objetivo, a través de la poesía. No es fácil la tarea. Supongo que es la misma que soportamos todos los poetas. Pero nada ni nadie debe impedirnos seguir buscando la poesía y seguir buscando la razón de vivir y amar, aunque pueda parecer una utopía...
ResponderEliminarUn beso en la noche,
Rafael