Vamos a pasear por la campiña
para ver en la noche a las estrellas,
serán unos minutos deliciosos
plagados de silencios y sirenas.
Haremos de los astros unos faros
luciendo como lucen las luciérnagas,
con luz tan poderosa y llamativa
sirviéndonos de excusa su presencia.
Entonces juntaremos nuestros labios
y un beso surgirá con la marea,
resacas de momentos contenidos,
y dulce marejada sin tormenta.
Regresan los latidos a las almas
y vuelven las palabras con más fuerza,
las mismas tanto tiempo retenidas
y ahora en libertad muy duradera.
No quiero contener las emociones
surgidas por la piel y por las venas,
si acaso suspirar al verlas libres
corriendo tan deprisa cual centellas.
Es fácil contentar los corazones
con voces y palabras de promesas,
mentiras de miradas retorcidas
y frases con aromas de violetas.
Yo quiero caminar hasta la playa,
contigo y con tu mano por la arena,
y quiero recorrer junto a la orilla
los pasos invisibles de unas huellas.
Las huellas misteriosas de unos pasos
grabados con cincel en las leyendas,
las huellas de la luz tanto buscada
final de las preguntas sin respuesta.
¡Oh tierno corazón, dame tu mano!,
la quiero y la preciso con urgencia,
tus dedos compartiendo con los míos,
el dulce cosquilleo de la vuelta.
La vuelta por la noche a la campiña,
la búsqueda de estrellas sempiternas,
el suave ronroneo de los mares
llegando con sus versos y poemas.
"...Vamos a pasear por la campiña,
veremos a la luna y las estrellas,
-decían unos labios sin palabras-,
soñando, con el cielo y sin fronteras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/12
Decían unos labios sin palabras:
ResponderEliminarescoge amigo, todos tus anhelos
las cosas por ti más ambicionadas,
refúndelas en un último sueño
y camina por la senda estrellada.
El poeta divaga sobre un posible final...
Un abrazo en la noche, Rafael.
"...Un último sueño..." Todos queremos algo así, Mafalda, estoy seguro.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Un paseo que de solo imaginarlo emociona.
ResponderEliminarBellas letras, Rafael!
Besos y abrazos alados.
Y además de un poema romántico, perfecto y sensible, tiene la curiosidad de no haber escrito en ningún verso, la conjunción "que".
ResponderEliminarLines
Un poema lleno de sensibilidad y buenos sentimientos,es precioso,Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo.
Es una bella sensación saberse dejar a conocer sin que la figura se perciba, sino que mas bien sean las palabras las que dejen ver tal cual somos... nada mejor para definir una persona.
ResponderEliminarCordial saludo dominguero
Sí, Diana, es un paseo emocionante, aunque sólo sea hilvanando esos versos bajo un cielo sin fronteras.
ResponderEliminarBesos y abrazos también para ti.
Sonrío ante esa visión tuya tan certera de ver que en este poema, precisamente falta, por omisión voluntaria, la conjunción copulativa "que". Eran ejercicios que nos poníamos en el autoaprendizaje poético, hace unos años, para ir adquiriendo práctica y recursos en la rima y la medida.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde Lns
Gracias Morgana por verlo y apreciarlo así.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
De eso se trata India Rebelde, de que sean las palabras las que definan los personajes y las situaciones. El autor y el protagonista, debe de estar detrás, guiando la mano y el corazón que escribe, pero solo ahí.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Que bonito caminar por la playa de la mano de la amada, juntando sus labios, disfrutando con las estrellas. Me ha gustado mucho. Abrazos.
ResponderEliminarQue tendrá la noche que se hizo amante de la Luna y ella se dejo querer, que tendrá, ¿eh, Rafael?, ¿qué tendrá...?
ResponderEliminarUn beso
FINA
Sí, Pepa, es un cuadro precioso sobre el que tantos autores han escrito y algunos, han vivido en directo esos momentos.
ResponderEliminarUn abrazo.
La noche y la luna son compañeras y cómplices de tantas cosas con nosotros Fina...
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.