martes, 5 de febrero de 2013
A VECES...
A veces la escalera se vuelve tornadiza
y peligrosa
y tienes que bajar con gran cuidado
los peldaños hasta el suelo.
Allí te encontrarás con la gran puerta,
que se abre cual ventana hacia la vida.
Afuera está el latir incomparable de los hombres,
el ruído de los coches que circulan sin descanso,
las sombras del ciprés y del anciano,
que sestean, esperando en el paseo.
Y un poquito más allá, por las aceras,
yo camino con el paso tan ligero,
como siempre.
Voy en busca de la brisa y el salitre
hacia los muelles,
a ese punto donde parten los navíos
a otros mundos
y allí aspiro la ternura de las olas
y las veo silenciosas como llegan
y golpean la machina,
como mojan sin cesar las barandillas,
como saltan y hasta bailan esa danza
sin sentido en que desnudan las pasiones
y las tapan con las algas y leyendas
al compás de la resaca.
Yo las miro y las sonrío tiernamente,
porque tienen la cordura que preciso,
en el líquido salado,
y en el manto azul verdoso de sus aguas.
Esas olas me acarician en silencio
y hasta siento los susurros que me ofrecen
en un canto sin palabras que me lleva
hasta otro mundo.
No quisiera que se acabe este momento,
ni que afuera los relojes avanzaran,
ni tampoco que los ángeles llegaran
a decirme que es la hora...
"...Sin embargo, y muchas veces, como ahora,
la escalera se nos vuelve tornadiza
y peligrosa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/02/13
yo también camino en busca del salitre y de la brisa
ResponderEliminarun abrazo
Entonces Arena sabes perfectamente de que habla este poema.
EliminarUn abrazo en la noche.
Hay momentos que quisiésemos fueran más largos para seguir gozando de una hermosa vista.
ResponderEliminarParece que he visto esas olas!
Saludos Rafael,
Si, Beatriz, eso es algo que todos deseamos.
EliminarUn abrazo casi desde la orilla del mar.
Justo un poco más alla...
ResponderEliminarUn canto nostálgico tal vez, pero también lleno de paz, armonioso y bello, donde uno, seguro tiene que llenarse de ese amor curando las heridas que se llevan en el costado.
Hermosísimo Rafa.
Un beso.
Gracias por tus apreciaciones Lore.
EliminarUn beso en la noche.
Bonito paseo hasta el muelle, Rafael, ahhhhh y ten cuidadin con la escalera!
ResponderEliminar:)
Un abrazo fuerte cantabruco.
Si, Ohma, tendré cuidado con esa escalera, no lo dudes.
EliminarUn abrazo en la noche galleguiña.
Es cierto que música tiene la mar, hace que nuestros pensamientos se vayan meciendo en sus olas, y cuando se vuelve furiosa y salpica la piel, es como un beso que se diluye haciendonos parte de él.
ResponderEliminarSabrás bajar esas escaleras con la delicadeza que escribes, no puede ser de otra forma.
Rafel eres un enorme poeta.
Un abrazo en la hora bruja. Buen Miércoles.
Gracias por tu comentario y palabras de ánimo Soledad.
EliminarUn abrazo también para ti, desde mi "hora bruja"
El tiempo pasa aunque no queramos por más bonito que sea el paisaje, ya sabes que cuando el reloj del tiempo nos da las horas, no nos las da, nos las está quitando.
ResponderEliminarSi Ana, y no nos damos cuenta de esa resta, de ese contandor que nos lleva inexorablemente hacia una partida sin retorno.
EliminarBesicos en la noche.
cada peldaño es un rito que debemos de cumplir , es la natural melodía de la vida, a veces se sube, a veces se baja
ResponderEliminarabrazos y feliz jornada
...Y los peldaños son como las etapas Elisa, que se van superando una a una.
EliminarAbrazos y feliz miércoles.
Los ascensos y descensos de la vida a veces nos ponen en situaciones peligrosas... pero ahí fuera la vida sigue en el ir y venir de las cosas... y observadas, quedan atrapadas en nuestra retina unas veces como referencia, otras como constacia del transito temporal... y otras para hacer posesías magníficas como la tuya.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las subidas y bajadas de la vida a veces nos lleva a situaciones complicadas... mietras, afuera, la vida continua en sus rutinas y plasma las estampas de la vida... estampas que, a veces, sirven a los grandes poetas com tú para construir versos de alto nivel como estos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tus dos comentarios que se duplicaron, pero que dejo constancia de ellos Impersonem. Por lo que a mi respecta solo trato de escribir, como tú, como tantos que tenemos necesidad de ello, sólo eso, de verdad.
EliminarUn abrazo.