Cuando aquella noche
oí tus palabras,
noté que unas rosas
tocaba mis alas.
De pronto subía
y al cielo y volaba,
marchaba muy lejos,
por costas y playas.
Llevaba en mi oído
tu voz y llamada,
el lindo mensaje
de paz y de calma.
Venía, conmigo,
tu sal y tu gracia,
y aquella diadema
brillante de nácar.
No sé si el destino
rompió tanta magia,
o fueron los sueños
con gruesas legañas.
Llegaron las sombras,
las nieblas amargas,
y allí se fundieron
tu voz en la nada.
Lloraron mis ojos
quebrándose el alma,
tras varios intentos
de verte, sin falta.
Tu voz, ya perdida,
quedó en la distancia,
sonando y sonando
su música sacra.
"...Cuando aquella noche
sentí que llorabas,
temblé como un niño
perdido y sin habla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/16
oí tus palabras,
noté que unas rosas
tocaba mis alas.
De pronto subía
y al cielo y volaba,
marchaba muy lejos,
por costas y playas.
Llevaba en mi oído
tu voz y llamada,
el lindo mensaje
de paz y de calma.
Venía, conmigo,
tu sal y tu gracia,
y aquella diadema
brillante de nácar.
No sé si el destino
rompió tanta magia,
o fueron los sueños
con gruesas legañas.
Llegaron las sombras,
las nieblas amargas,
y allí se fundieron
tu voz en la nada.
Lloraron mis ojos
quebrándose el alma,
tras varios intentos
de verte, sin falta.
Tu voz, ya perdida,
quedó en la distancia,
sonando y sonando
su música sacra.
"...Cuando aquella noche
sentí que llorabas,
temblé como un niño
perdido y sin habla..."
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/16
uuff a veces recordando una voz puede lograr quebrar el alma y esa sensación por el recuerdo producir lágrimas puede ser una rosa, una brisa o el mar sentir mariposas que alcielo te llevan y soñar uuff bellísimo tu poema querido amigo!!!
ResponderEliminarGracias por verlo así, Bea.
EliminarUn abrazo.
Rafael, sabes arrancarnos la emoción, amigo...Tus letras llevan una cadencia exquisita y se nos graban en el alma.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Me alegro de que así sea, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Una inmensa ternura sentí en tus letras hoy...Hermoso!!!
ResponderEliminarCariños...
Gracias sinceras, Oriana.
EliminarUn abrazo.
Cuánto mal hacen las sombras y la nieblas amargas...
ResponderEliminarBesos.
Cierto, Carmen.
EliminarBesos.
Tus versos acariciadores y tiernos.
ResponderEliminarUn beso de seda.
Gracias María.
EliminarUn "beso de seda" también para ti.
estas letras llegan dentro.
ResponderEliminaruna vez más me voy con la sensación de leer algo bello.
Feliz día
Gracias Efe.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.
Tus versos son hermosos pero me suenas ¡tan tristres!
ResponderEliminarun feliz miercoles Rafael
un abrazo
Así es la poesía, Marína.
EliminarUn abrazo.
Mi felicitación emocionada.
ResponderEliminarUn placer leer tus versos.
Un abrazo Rafael.
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Que dulce y triste a la vez, Rafael...
ResponderEliminarBesos.
Gracias Eme.
EliminarBesos.
esta mañana yo dejé un comentario...
ResponderEliminarSentidos y bellos versos
un abrazo
Gracias Marina.
EliminarUn abrazo.
Una noche mágica que se transformó en maldita.Pero así es el amor,nos abraza y después nos deja.Precioso poema.
ResponderEliminarAbrazos
Me alegra de que lo veas de esa forma, Joaquín.
EliminarAbrazos.
Tienen tus letras la emoción y ternura de un amor en la distancia junto al recuerdo de aquellos sueños que volaron rompiendo su magia…
ResponderEliminarUn cálido abrazo Rafael
Gracias por tus palabras Sneyder.
EliminarUn abrazo.
Que bello Rafael y asi es el amor llega el temblor, el miedo tantas veces como niños tambien que aun somos, bellisimo
ResponderEliminarUn Abrazo y feliz dia
Gracias por ver ese fondo en mis versos, Slave.
EliminarUn abrazo.
Me siento frágil totalmente en tus versos, y la estrofa final, ni decir nada más. Con cariño, mis saludos. Paty
ResponderEliminarGracias por fijarte, precisamente, en esa estrofa, Paty.
EliminarUn abrazo y mi cariño, querida amiga.