Parece que la lluvia
y el frío nos abrazan,
nos rozan con sus gotas,
también con las bufandas.
El tiempo se hace largo
mirando la ventana,
por ver si entre las nubes
asoma la esperanza.
Pero es una quimera
buscar lo que nos falta,
el día está sombrío
cubierto de nostalgia.
Pensemos que el invierno
atrapa con sus canas,
congela los latidos
con nieve y añoranza.
Y es, en este estado,
que sueño con las hadas
y el bosque de los elfos,
tan tierno, de la infancia.
Me vuelvo a aquellos años
y cierro las pestañas,
no quiero que se rompa
el mundo de la magia.
La vida allí surgía
de robles y de hayas,
caminos y senderos
llevaban a una casa.
Casita de mis sueños
recuerdo donde estabas,
un claro en aquel bosque
y en él te columpiabas.
No quiero que se pierda
el fiel de aquella estampa,
ni marchen sus recuerdos
del fondo de mi alma.
Es algo que preciso
ahora en la distancia,
quizás porque los hombres
olvidan las palabras.
Aquellas que escucharon
de niños a sus tatas,
con ojos relucientes
prendidos en las llamas.
La magia de esos años
es algo que me encanta,
estrella reluciente
trazando mil hazañas.
"...Parece que la lluvia
el alma nos atrapa,
volvamos a los sueños
y vuelen nuestras alas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/17
y el frío nos abrazan,
nos rozan con sus gotas,
también con las bufandas.
El tiempo se hace largo
mirando la ventana,
por ver si entre las nubes
asoma la esperanza.
Pero es una quimera
buscar lo que nos falta,
el día está sombrío
cubierto de nostalgia.
Pensemos que el invierno
atrapa con sus canas,
congela los latidos
con nieve y añoranza.
Y es, en este estado,
que sueño con las hadas
y el bosque de los elfos,
tan tierno, de la infancia.
Me vuelvo a aquellos años
y cierro las pestañas,
no quiero que se rompa
el mundo de la magia.
La vida allí surgía
de robles y de hayas,
caminos y senderos
llevaban a una casa.
Casita de mis sueños
recuerdo donde estabas,
un claro en aquel bosque
y en él te columpiabas.
No quiero que se pierda
el fiel de aquella estampa,
ni marchen sus recuerdos
del fondo de mi alma.
Es algo que preciso
ahora en la distancia,
quizás porque los hombres
olvidan las palabras.
Aquellas que escucharon
de niños a sus tatas,
con ojos relucientes
prendidos en las llamas.
La magia de esos años
es algo que me encanta,
estrella reluciente
trazando mil hazañas.
"...Parece que la lluvia
el alma nos atrapa,
volvamos a los sueños
y vuelen nuestras alas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/01/17
Habrá que dejarse llevar por los recuerdos de la infancia,(que con tanta ternura describes) donde parecía no pasar el tiempo, incluso el duro invierno ni importaba, como otras tantas cosas...
ResponderEliminarTardé en venir a tú espacio (pareja de baile), pero ya llegué y espero me permitas, quedarme.
Me gustan tus composiciones, compañero, ya eché un vistazo a las entradas.
Un abrazo, Rafael.
Gracias por tu visita Yayone, es un placer y puedes volver cuando quieras.
EliminarUn abrazo.
La lluvia y el frio inspirador profundo donde la nostalgia navega hermoso , un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu comentario Bea.
EliminarUn abrazo.
El invierno da mucho frío, pero mejor no dejemos atraparnos por él, sino que, sigamos volando y soñando.
ResponderEliminarUn beso en la tarde.
Cierto María.
EliminarUn beso en la noche.
La lluvia es melodía que abraza nuestras alas y da vida a la melancolía , pero también vida a la vida
ResponderEliminarMi abrazo
Preciosa melodía la de la vida, Athenea.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito y necesario se nos hace con los años, revolver en aquella mágica felicidad de la infancia.
ResponderEliminarAbrazos.
Es que, como bien dices, es necesario "revolver" en ese tiempo que todos vivimos.
EliminarUn abrazo en la noche Marinel.
Los recuerdos son un tesoro y nos permiten tener confianza en el futuro...Es bueno que los cuidemos siempre, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, amigo.
Es cierto lo que dices María Jesús.
EliminarUn abrazo y gracias.
El invierno todo lo enfría... menos los sueños más lindos guardados con calor en el alma!!!
ResponderEliminarUn abrazo querido amigo.
Entonces que no los enfríe nunca Paty.
EliminarUn abrazo.