De tus silencios
evoco los recuerdos
día tras día.
Fueron instantes
tan bellos, que vivimos
y compartimos.
Y nuestros ojos
suplían a los labios
y así se hablaban.
Porque los labios
ansiosos se buscaban
con gran pasión.
Y nos amamos,
sin prisas, sin palabras,
bajo los tilos.
Hoy, los silencios,
son ecos de un pasado
que yo recuerdo.
No sé, si tú,
los guardas todavía
dentro del alma.
Y es que los versos,
que juntos comenzamos
fueron al cielo.
A ese lugar
precioso, de la infancia,
y de los sueños.
Y nos regalan
suspiros del otoño
con sus colores.
Por tus silencios,
tus besos y caricias
sigo cautivo.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/25
Hola Rafael, cómo estás?
ResponderEliminarBello poema, el silencio suele ser, a veces buen compañero, otras, ahoga.
Un abrazo.
Vamos llevando el verano, María Rosa. Gracias.
EliminarUn abrazo.
Preciosos tesoros.
ResponderEliminarHermoso poema ❤
Gracias por tus comentarios Galilea.
EliminarAbrazos.
Qué bonito es recordar esos besos que se recibieron o se dieron, ese amor tan puro y honesto, esas caricias que se deslizaron por la piel, difíciles de olvidar.
ResponderEliminarEs tan bonito lo que escribiste, querido amigo Rafael.
Que tengas una feliz tarde.
Un abrazo.
Gracias María.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Besos que perfuman nuestro día.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazos.
Siempre se vuelve en los poemas.
ResponderEliminar(Y sin silencio).
Abrazo, Rafael