Parar el tiempo,
querían los audaces
en su utopía.
Yo sonreí
leyendo aquellas letras
tan sin sentido.
"Parar el tiempo",
decía y repetía,
"y para qué..."
Porque "parar"
no es "retroceder",
solo "detener".
Porque otra cosa
sería el atrasar,
volviendo para atrás.
Pero no sigo,
me lío y ya no veo,
estoy confuso.
De todas formas,
no importa lo que digan,
Ya son las doce.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/11/25

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