Desde la niebla
se asoman los recuerdos
que están dormidos.
Ha sido el tiempo,
los años y el cansancio,
del largo sueño.
Hoy se revuelven,
quizás por el verano,
piden volver.
Reminiscencias
de un alma, en el otoño,
que mira atrás.
Y nacen versos,
en vez de unos recuerdos,
y van a ti.
Mi dulce mar,
mi alegre mariposa,
mi tierna infancia...
Tiemblan las manos,
el pecho se acelera,
corre la sangre.
En un segundo
los sueños se transforman
y hay poesía.
...Pero la vida,
y el hoy en que se vive,
pronto regresan.
Y así, la niebla,
recoge, tras sus puertas,
a los recuerdos.
Para que sigan
guardando los recuerdos
que ayer viví.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/06/25
Bonito poema, los recuerdos nos ayudan a recordar que hemos vivido, que todo pasa y hay que mirar adelante.
ResponderEliminarUn abrazo Poeta.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Que seriamos sin los recuerdos de nuestra vida , ellos nos alimentan el alma. Un beso, Rafael.
ResponderEliminarCierto, Campirela.
EliminarUn abrazo.