Te pesa el niño,
que va sobre tus hombros,
sin darte cuenta.
Pesa su carga
y el tiempo que gozaste
de juventud.
Te pesa el cuerpo
del hombre y el anciano
que ahora soportas.
Con esta carga,
suspiras, mientras andas,
con paso torpe.
Quieres sus pasos,
aquellos que, en zancadas,
corrían mundos.
Fueron por sendas,
con brumas y con nieblas,
buscando el norte.
Y hasta encontraron,
la tierna mariposa
con quien soñaron.
Quizás recuerdes,
los tilos, con nostalgia,
del viejo parque.
Y aquellos besos,
fugaces, de unos labios,
en el silencio.
Fue en una tarde,
que hablaron las pupilas
formando versos.
Nació un poema,
en medio del abrazo
de aquellas almas.
Y de ese instante,
me pesan los recuerdos
y, estás muy lejos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/07/25
El pasado tiene, al menos, dos aspectos. Uno es la alegría de lo logrado, y otro, es la nostalgia de que lo pasado ya fue, ya sucedió, más aún, si el hoy no nos complace. Creo que lo bello y significativo es que en cada etapa podemos reinventarnos y lograr maximizar nuestros recursos, físicos y emocionales, descubrir nuevas formas, nuevas conexiones, nuevas alegrías. Me parece que es una forma de honrar y agradecer la vida, esa vida que a ratos pareciera írsenos a pasos agigantados y otros, a pasos eternamente lentos. Lo sabio y sano es entender que a todos se nos va... es algo inevitable, es la vida. Hermosos tus versos amigo, llenos de sentimientos. Espero que estés muy bien, te mando un fuerte abrazo.
ResponderEliminarP A T Y
Gracias por tus palabras y comentario sobre mi escrito, Paty.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Todo pasa, solo quedan los recuerdos y son ellos los que a veces duelen y otros perfuman el alma. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias por este poema. Es por esto que debemos disfrutar cada uno de nuestros momentos.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias Nicolás.
EliminarSaludos.
Es un poema profundo, grandioso. Maravillo de verdad.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo.