HABÍA MIEDO...
Había miedo en tus ojos infantiles
cuando aquella tarde nos vimos en la clase.
Tú dijiste que no te encontrabas bien,
que era la gripe,
y bajaste la cabeza.
Algo se removió en mi corazón
que empezó a latir más deprisa.
Yo había visto tus lágrimas
correr por las mejillas
y no eran gotas de lluvia ni de gripe;
había algo que se me escapaba
y no querías contármelo
Al cabo de unas semanas llegó tu carta
con la tinta emborronada por las lágrimas.
Tuviste que marchar, salir de casa,
ibas a vivir con otra persona
y no querías decírmelo
Rafael Sánchez Ortega ©
05/09/18
Muchas veces nos toca vivir situaciones muy sorprendentes y que nos abren una herida, pero con el tiempo todo sana, todo continúa y nos damos cuenta que esa situación fue así porque así debía ser. Tal vez no era la persona idónea para encajar en el camino de la vida... No sé.
ResponderEliminarMuy emotivos versos amigo, si parecen reales.
Un abrazo.
Sí, Paty, a veces sucede como dices.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafael , sabes las despedidas por carta , a mi nunca me han gustado , ya que te dejan el corazón encogido , y más si no lo vas a volver a ver más , este poema va cargado de mucho sentimiento , triste pero muy bonito.
ResponderEliminarte deseo una feliz semana , besos de flor.
Pd , Gracias por hacerme tan grata visita.
Gracias por tu visita y comentario, Flor.
EliminarUn abrazo.
Hoy qué mensaje dejas en tu poema ..la soledad y tristeza de un niño ..pero sus ojos no mentían.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz velada.
Gracias por ver esa figura, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Ese miedo a escuchar a propio corazón derivó en carat diciendo adiós.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Albada Dos.
EliminarUn abrazo en la noche.
Fue en busca de la felicidad.
ResponderEliminarAbrazo
Así es, María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Las despedidas son necesarias,a veces, pero duelen cuando son un portazo...sin unas letras escritas ó verbales...
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, Julieta, tienes razón.
EliminarUn abrazo y gracias.
Un poema triste y sentido, Rafael...Las letras son un vehículo de sinceridad, que nos ayudan a recobrar la paz y la valentía, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo.
Sin duda que sí, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Unas lágrimas que dejaron al protagonista preocupado para al final descubrir la verdad.
ResponderEliminarQué triste quien se despide y sincera en una carta en vez de cara a cara, pero a veces, todo nos supera y es una manera.
Abrazo, Rafael.
Es una situación difícil, lo reconozco.
EliminarUn abrazo y gracias Verónica.