ME DIJISTE...
Me dijiste que querías aprender de mí,
para escribir aquello que quemaba tus entrañas.
Y te enseñé lo poco que sabía.
Me dijiste que querías conocer
la forma de callar y aguantar
lo que sentías,
sin que nadie lo supiera.
Y te enseñé a fingir, sin darte cuenta.
Me dijiste que querías ser un témpano de hielo,
para rechazar la pasión que corría por tus venas.
Y te enseñé a mentir y hasta mentirte,
al negarte mis caricias.
Me dijiste que te enseñara a odiar
para olvidarte de aquel a quien amabas.
Y no pude ayudarte
porque aún te amo.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/09/18
No se puede enseñar a odiar cuando se ama...
ResponderEliminarMe encantó tu poema. ¡Gracias!
Gracias por tu visita y comentario, Alfred.
EliminarUn saludo.
¡Uf!...Cuanto amor, que bien expresado...
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Julieta.
EliminarAbrazos.
Preciosa y con un final inesperado.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Julia.
EliminarAbrazos.
A lo largo de la vida aprendemos a templar el ánimo y las pasiones, pero no es bueno negar al corazón, porque nos negamos a la vida...Y todos debemos aprender a amar de forma incondicional, aunque sea muy difícil.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre.
Gracias por tu comentario, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
uf, preciosa poesía, donde lo que nos piden a veces es imposible.
ResponderEliminarPrecioso alegato al amor sin condiciones. Un abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Este poema es muy bello Rafael, mi enhorabuena.
ResponderEliminarGenial amigo.
Feliz viernes.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
Es muy bonito que alguien te pida que le enseñes , y gratificante cuando ves que aprenden ..pero a odiar no se enseña a nadie ..es un sentimiento que deberá aprende la persona sola.
ResponderEliminarUn abrazo feliz noche.
Tienes razón Campirela.
EliminarUn abrazo y gracias.
Le enseño a escribir, a fingir y a mentir... quizás solo debió enseñarle lo que sentía su corazón ...
ResponderEliminarCariños...
Así debía de ser Patricia.
EliminarUn abrazo.
El tiempo nos ayuda en nuestro aprendizaje, pero no se le puede pedir más de lo que nos puede dar.
ResponderEliminarEl amor está presente en nuestros corazones y eso podremos callarlo, pero no convertirlo en un mal sentimiento.
Bello, un beso, Rafael
Cierto Mujer Virtual. Gracias pòr tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Este poema tiene muchísima fuerza,todo,y el final ya lo remata...
ResponderEliminarGracias por ver todo eso Carmen.
EliminarUn abrazo.
Le enseñaste al amor lo que necesitaba , pero nunca se odia lo que se ama .
ResponderEliminarGracias Edith.
EliminarAbrazo.