UN DÍA...
Un día comprendí que había dejado atrás
la primavera
y que en ella quedaban dormidos
muchos sueños y proyectos.
Un día recogí el soplo de la brisa
que volvía con fuerza hasta mi lado
y entendí el mensaje que dejaba.
Un día volví a la vida maltrecho y sediento
pero con la esperanza
de encontrar unas nuevas mariposas.
Un día me di cuenta de que los corazones latían,
las pupilas miraban,
los pajarillos cantaban en los árboles,
y los niños corrían en la plaza…
Y todo esto lo vi en los ojos del anciano
sentado en un banco del jardín.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/10/18
Es difícil a veces comprender y dejar de ser esa estación, pero es evidente, al ver bajo un árbol un banco cobijando ese otoño.
ResponderEliminarBello Rafael.
Feliz tarde de lunes.
Sí, si que es difícil, Carmen.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Desde la mirada de un anciano, en un banco del jardín, se ve lo que de verdad fue importante y lo que fueron distracciones, fuegos de artificio o espejismos.
ResponderEliminarEl mirador más sabio, es esa mirada, sin duda, a la que cantas. Muy bueno. Un abrazo
Pienso igual, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Esa mirada cansada, por tanto como ha vivido, y desde la cámara de su memoria hoy lo recuerda.
ResponderEliminarUn beso enorme y feliz tarde, mi querido amigo.
Gracias María.
EliminarUn beso en la tarde.
Conforme pasa la vida nos damos cuenta de las cosas que tienen importancia y casi siempre son las más elementales y simples ..como puede ser una mirada y volver a sentir esas ilusiones perdidas y eso solo lo consigue el amor .
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Sí, Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo en la noche.
Y es que el milagro de la vida late en el niño y en el hombre que siente y desea vivir...Muy bello, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz noche, amigo.
Gracias María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Me encantaron estos versos, porque un día en la vida entenderé muchas cosas que el tiempo y las andanzas me dejaran grabadas en mi mente y el corazón.
ResponderEliminarSaludos cordiales desde El Salvador estimado Rafael.
Gracias por tu visita y comentario, José Mauricio.
EliminarUn saludo desde España.
Precioso y emotivo!!Todo lo que se trata de ancianos me toca el alma y toda esa belleza que describes,lo viste en los ojos del anciano.Qué grande!!!
ResponderEliminarBesucos
Gó
Gracias por tus palabras Gó, y sí, todo lo que "toca a los ancianos y a los niños", nos "roza el alma".
EliminarUn abrazo y feliz día, "besucos"
Dicen... que solo el tiempo no hace reflexionar y comprender todos aquellos instantes que un día vivimos en nuestra juventud. Hoy, pasados los años, lo sentimos y nos aferramos a ellos con más conocimiento, fuerza y amor si cabe.
ResponderEliminarY porque la vida sigue Rafael, tenemos que seguir viviéndola con ilusión plena.
Una reflexión bien versificada y acertada. Abrazos en la noche.
Completamente de acuerdo con tus palabras, Juan. Así es la vida y ese debe de ser nuestro propósito desde esta parcela de la poesía.
EliminarUn abrazo y feliz día.
A veces, pasa. Donde menos lo esperas, la primavera vuelve a llenar la penumbra.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Sí, Verónica, es cierto.
EliminarUn abrazo.
La mirada de un anciano...siempre conmueve.
ResponderEliminarEsperemos que vuelvan las flores,sí?
; )
Seguro que sí, Carmen.
EliminarUn abrazo.