martes, 26 de noviembre de 2019
AQUELLA NOCHE...
Aquella noche
las estrellas brillaban en el cielo
y parecía que invitaban
a que fuéramos a su lado
para llenarnos de luz y de esperanza.
Me dijiste que tuviera fe,
que siguiera en el camino,
que no tuviera miedo
y buscara las huellas con tu aroma.
Recuerdo que cerré los ojos,
aspiré el olor maravilloso del salitre
y seguí caminando por la arena
tras las huellas invisibles
de las algas y sirenas.
Sé que sonreí y que mis labios
se plegaron en una mueca inocente.
Estaba dormido
y me encontraba en un regazo,
(tu regazo),
repleto de ternura,
y con la voz vibrante
de aquel mar llegando en la resaca.
Recuerdo que quise gritar,
pronunciar tu nombre
y llamarte,
decirte que no dejaras de abrazarme,
que siguieras narrando, en mis oídos,
tus historias y leyendas,
que me hablaras de viajes y de pesca,
de los temporales padecidos
y las marejadas que zarandeaban las barcas,
que me llevaras junto a las gaviotas
y los cormoranes para poder volar,
en su compañía,
para surcar los cielos sin rumbo ni destino.
Quería estar contigo,
seguir a tu lado,
aspirar tu perfume
y dormirme con la canción,
inconfundible de tus labios
y con las olas,
llegando hasta la orilla.
También recuerdo que abrí los ojos.
Me limpié las legañas y miré al cielo.
Las estrellas brillaban y pedían
el beso de la noche.
Se lo envié con tu nombre
y ellas me lo devolvieron
multiplicado por cientos,
por miles, por millones.
Cada una quería responder
y me llenaron con sus besos,
me cubrieron de luz,
me hicieron olvidar quién era
y qué es lo que hacía en esta vida.
Entonces me sentí tan pequeño
que acepté la luz de la esperanza
que enviaban con sus besos.
¡...Y suspiré.!
Se estremeció mi alma y sentí frío.
Busqué tu cuerpo y me volviste a abrazar.
Sentí tus dedos rozar mis cabellos,
buscar mi cuerpo
¡y suspiré,
Tu nombre estaba en mis labios
y también en el corazón,
y en mi alma, fuertemente tatuado.
Y te llamé:
¡Oh, mar, mi Mar,
mi mar azul,
no me abandones...!
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/19
Me ha conmovido tu Poema, amigo Rafael. Es un ensueño y tras él llegar a ese vista de esperanza.
ResponderEliminarEl mar... Siempre.
Mil besitos en la tarde.
Gracias por tus palabras, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Exquisito y encantador poema lleno de luz.
ResponderEliminarTe felicito.
Besos.
Gracias Amapola.
EliminarBesos.
Hermosa composición, hoy me has conmovido, en verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael.
EliminarUn abrazo.
Me conmueve tu llamado y su respuesta, es un poema emotivo y muy hermoso.
ResponderEliminar💋
Gracias por tu visita y comentario, Mujer de Negro.
EliminarBesos.
Fantástico Rafael, un poema precioso.
ResponderEliminarBesos.
Hoy solo queda por decir que muchas gracias por este poema lleno de tanto amor hacia el mar y todo lo que rodea su historia ,,Abrazos !!
ResponderEliminarGracias a ti, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Un poema muy emotivo, el mar tiene algo que nos seduce para siempre.
ResponderEliminarPrecioso el poema Rafael.
Feliz noche.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Poesía de recuerdos de inigualable belleza... pensamientos y sentimientos pasando de nuevo por el corazón a caballo en la memoria que atesora los recuerdos que ensanchan y elevan el corazón...
ResponderEliminarAbrazo
Gracias Impersonem
EliminarAbrazo.
Maravilloso sentir de tu alma de poeta, realmente un poema lleno de ternura.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo.
La mar tiene fuerza para hacernos soñar,recordar,traernos las luces de las estrellas y que cada luz sea el beso amado
ResponderEliminarPrecioso poema!!
Besucos
Gó
Sí, Gó, es el encanto del mar.
EliminarUn abrazo y "besucos"
Fantástico poema, donde el regazo y los sueños alrededor de ese nombre nos deja satisfechos.
ResponderEliminarUn abrazo, y por el mar, bajo el cielo.
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo también desde cerca del mar.