La tarde avanza
y el sol, en este otoño,
manda sus rayos.
Así calienta
la tierra y a las gentes
que lo precisan.
Un cielo azul
nos cubre con su manto,
inmaculado.
Rompe el silencio,
que llega de la playa,
unas resacas.
Hay olas blancas
que vienen coronadas
con su bufanda.
Y también dejan
acordes y sonidos
entre el salitre.
Vuelven a ti,
lejanas primaveras,
y alguna infancia.
Buscas los sueños
revuelves los jardines
y los recuerdos.
Y como postre,
por último sonríes
y hasta suspiras.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/25

Un presente del mar y del otoño que cambia la figura de la playa y de la vida.
ResponderEliminarUn bonito poema.
mariarosa
La naturaleza y el amor, danzando al unísono, desde una mirada dulce y por siempre poética. Feliz día amigo, un abrazo.
ResponderEliminarP A T Y
Siempre siento al leer tus versos,una corriente de paz y ternura,te felicito por ello.Un abrazo!
ResponderEliminarUn adiós al mar y una bienvenida al otoño y a esas olas con bufanda.
ResponderEliminarMuy bonitos estos versos
Feliz tarde.
Un abrazo
Un cielo tan azul como la misma mar que me trajiste a la memoria. Allá arriba, en el castillo de tu hermosísima ciudad.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.