El tiempo pasa
y yo, paso en el tiempo,
sin darme cuenta.
Pasó el otoño
igual que otros veranos
y primaveras.
Y ahora, el silencio,
me deja, solitario
y en soledad.
Así es la vida,
me dicen los amigos,
y hay que aceptarla.
Pero, en el alma,
renacen los rescoldos
de viejos tiempos.
Surgen imágenes
con tiernos corazones
y caras de ángel.
Y hasta rincones
con magia y colorido,
vuelven a mi.
Son de ese tiempo,
fragmentos de un poema
inacabado.
Y allí te veo,
y me veo en ese tiempo
con gran nostalgia.
Hoy yo quisiera
parar al tiempo, raudo,
que me desborda.
Pero no puedo.
El tiempo va conmigo
y yo con él.
En este viaje,
la vida es ese tiempo
que vives y se va.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/07/25
Cabalgamos sobre el tiempo. Y vuela... a nuestro pesar.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte.
Gracias por tus palabras y comentarios, Galilea.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Hola Rafael, muy real tu bello poema, el tiempo se nos escurre de las manos, una realidad que hay que asumir sabiendo que todo tendrá un fin, pero que el sea una sorpresa...un abrazo
ResponderEliminarGracias Merce, es como dices.
EliminarUn abrazo.