Hay días tristes,
se dice con frecuencia,
y hoy es uno de ellos.
Atrás se quedan
momentos y minutos
que compartimos.
Te vas, amiga,
te marchas en silencio
y te entendemos.
Pero nos dejas
los ratos que pasamos
y tantas risas.
Hubo momentos
que el tiempo detuvimos
para nosotros.
Y disfrutamos
de días del pasado
en muchas noches.
Porque las tardes
y noches que vivimos
aquí nos dejas.
En los susurros,
mezclados con las charlas
y las meriendas.
Querida amiga,
tú sabes que tu marcha
nos deja tristes.
Hoy pido a Dios
que lleve hasta tu lado
nuestro cariño.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/10/25

Es triste despedir a quienes amamos, amigos, amigas, parejas, familiares, pero ellos comienzan un viaje, el mejor, el que nos lleva a un lugar sin dolor, lleno de amor, lleno de paz. Eso nos reconforta, lo cual no quita que no los extrañamos físicamente. Un gran abrazo amigo.
ResponderEliminarP A T Y
Las ausencias y decir adiós eterno, es muy triste, es ley de vida, un misterio eterno.
ResponderEliminarDe nuevo con todos vosotros después de un largo descanso necesario, todavía necesito más. Pero poco a poco me iré acomodando.
Gracias por comprenderme.
Un abrazo Rafael.
El adiós aún ser querido siempre nos invade de tristeza, aunque sepamos que ya descansa de un sufrimiento que nadie merece sufrir,como es la enfermedad.lo único que nos queda son los momentos compartidos y apreciar ar su agradable compañía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Despedidas que nos dejan el interior deshabitado.
ResponderEliminarAsí es.
Abrazo, Rafael.