Sonríe y guarden,
tus labios, la sonrisa,
del nuevo día.
Es un tesoro,
de luz y de colores,
que da la vida.
Y te interesa
que sea el combustible
de tu energía.
Una sonrisa
que vea quien te mire
y la perciba.
Y que el espejo
devuelva tu esperanza
y la autoestima.
Sonrisa alegre
que surja de los ojos
y tus pupilas.
Sonrisa amable
que atienda y que salude
como una amiga.
Sonríe y cantan,
despiertan las cigarras,
hay margaritas.
Sonríe siempre,
querida mariposa,
tú eres sencilla.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/07/25
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