Veo la lluvia
caer lánguidamente
desde la bruma.
Son nubes bajas,
apenas perceptibles,
rozando el suelo.
Vienen con besos
y versos, en sus gotas,
tan diminutas.
Es la garúa,
que dicen en el norte,
y sirimiri.
En otros sitios
la llaman calabobos,
también molina.
Hay otros nombres,
con frases y palabras
que la definen.
Pero esta lluvia
sonríe, en sus caricias,
de vez en cuando.
Es imposible
vivir, sin conocerla,
aquí, en el norte.
Es nuestra amiga,
igual en primavera,
como en verano.
Sus besos, siempre,
animan los latidos
y las sonrisas.
Y tú sonríes,
y vuelas, con tus sueños,
en la garúa.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/25
Solo vos le puedes dar poesía a la garua, que no es ni lluvia ni humedad, es garua, que como dice el tango; "Mientras tanto la garua se acentúa con sus púas en mi corazón...""
ResponderEliminarBello día Rafael.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Me has acompañado en mi cafe y vaya que lindo es sentir la garua de tus versos de mañana en mi tierra.Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Menta.
EliminarUn abrazo.
Que esa lluvia fina y con neblina no empañe ver el sol que después saldrá. Un abrazo
ResponderEliminarSeguro que si, Campirela, gracias.
EliminarUn abrazo.
Una lluvia fina de versos que siempre cala.
ResponderEliminar❤❤