jueves, 3 de noviembre de 2016

LA MAR SE VE EMBRAVECIDA...


La mar se ve embravecida
por un furioso nordeste,
ese viento de las costas
y los puertos donde muere.

Pero su vida, tan corta,
la señala la corriente,
cuando sube la marea
hasta bajar, como debe.

¿Quién no ha sentido sus besos,
sus abrazos tan ardientes,
y estremecido de frío
ha buscado que ponerse?

Ropa especial para el viento
tan pecular y tan fuerte,
que más que besar, nos deja,
escalofríos a veces.

Por eso los marineros
tienen morena la frente,
y los brazos vigorosos
con que reman los bateles.

Nosotros, los de esta tierra,
(La Barquera y San Vicente),
conocemos bien los besos
y la brisa que nos cede.

Viene con cierto salitre
de ese mar azul celeste,
que es el fondo de las almas
y tras la barra se extiende.

Llega también a la iglesia
y al castillo con su fuerte,
y tras pasar Escanoja
en sus bardales se duerme.

"...La mar se ve embravecida
y yo sé bien lo que tiene,
sueños con olas y niños,
entre el nordeste impaciente..."

Rafael Sánchez Ortega ©
19/10/16

miércoles, 2 de noviembre de 2016

POR AQUELLOS PUENTES...


Por aquellos puentes,
que ahora recuerdo,
cruzaba la ría
camino del cielo.

Había juglares
en viejos jamelgos,
también peregrinos
con gorra cubiertos.

Había aldeanos,
mujeres con velo,
y alguna carreta
con vino en pellejos.

Así era la vida
llegada hasta el pueblo,
y así eran las gentes
tal cual hoy las veo.

Quizás en la historia
existan los cuentos,
renglones torcidos
de tontos y cuerdos.

Algunos la escriben,
la plasman en versos,
la adornan con gusto,
la cambian sin miedo.

Pero hay otra historia,
sencilla y con sello,
carente de alhajas
que viene al tintero.

Y en ella subsiste,
surgida del tiempo,
la eterna palabra
y el punto certero.

"...Por aquellos puentes
llegaste a mi pecho,
y en él te quedaste
soñando y durmiendo..."

Rafael Sánchez Ortega ©
18/10/16

NO ME ABANDONES MADRE...


No me abandones madre, ¡no me abandones!
que preciso tus brazos y tu sonrisa,
y con ellos el aire que dé a mi alma
todo aquello que pide y que necesita.

Es hermoso saberte cerca, ¡muy cerca!
como rosa de mayo junto a la brisa
que se acerca y que viene siempre a mi lado
por impulso del labio que así la inclina.

Y ese labio que digo, es tu labio madre,
el que lleva y otorga palabra y vida,
el que calma y alienta los corazones
y a las almas las nutre de poesías.

Es por eso que el cielo tu nombre. guarda,
lo preserva, lo cuida y al fin lo mima,
para ser referencia, siempre constante,
en el niño que reza y por ti suspira.

Porque todo en la vida tiene su precio
y hasta el aire lo tiene con tu sonrisa,
aunque puede que sea viento nordeste
que a las olas, abraza y hasta acaricia.

Ya no tengo palabras para ofrecerte
y hasta el rezo que sale lo hace deprisa,
sin embargo es sincero, tambien lo sabes,
con las frases que salen del alma mía.

Hoy los hombres caminan, van en silencio,
y las hojas del árbol se ven marchitas;
todo es polvo y llanura por los caminos
de las plazas y aldeas, tan escondidos.

Sin embargo te espero en aquella calle,
la que lleva a la iglesia tan pequeñita,
y me arrullas en sueños con tus canciones
y esa nana que dicta tu boca linda.

"...No me abandones madre, ¡te necesito!,
yo preciso tu abrazo con tus caricias,
necesito que seas la dulce estrella
que ilumine mi vida siendo mi guía..."

Rafael Sánchez Ortega ©
17/10/16

martes, 1 de noviembre de 2016

UNA MOTA DE LUZ EN LA LIBRETA...


Una mota de luz en la libreta,
un instante fugaz, rompe el silencio,
y la mano de Dios, así, invisible,
va trazando las letras con respeto.

Amanece y renace un nuevo día
y comienza el escrito de los cielos,
es así como nacen las palabras
y también los poemas con sus versos.

Porque todo en la vida es poesía
y la misma se junta con los sueños,
esa forma que mezcla realidades
con suspiros y anhelos de los cuerdos.

Es posible que vague la mirada
y que busque figuras, a lo lejos,
filigranas, del todo incomprensibles,
que transmiten sus ecos al cuaderno.

Puede ser una gota de rocío
que nos deje en la rosa su reflejo,
o quizás la cortina en la ventana
de ese cielo tenaz y aventurero.

Pero es el latido de los dioses,
en la sangre que mueve nuestros pechos,
el que lleva a los cuerpos los temblores
y a las almas el hambre y el deseo.

Ya desborda la nieve los caminos
y se borran caminos y senderos,
para hacer que la mente los fecunde
y que trace otro mundo paralelo.

Todo es admisible en poesía,
el amor, el candor y el sufrimiento,
pero siempre buscando la esperanza
que la vida nos brinda, sin saberlo.

"...Una mota de luz en la ventana,
y un latido especial nos deja un beso,
es quizás la llamada de unos labios
y el susurro del nombre que yo quiero..."

Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/16

ESTÁN SALADOS TUS LABIOS...



Están salados tus labios
y no es por culpa del mar,
tienen sabor agridulce
como de azúcar y sal.

Por eso emites canciones
y no dejas de silbar,
entre bocado y bocado
de la cecina y el pan.

Ya vas buscando la calle
y la plaza en que jugar,
a los buenos y a los malos,
a la guerra y a la paz.

Se van contigo recuerdos
de los gatos y del can,
los amigos más leales
y sinceros del lugar.

Están hermosos tus labios
por los besos que te dan,
esas brisas, que el nordeste,
nos regala en pleamar.

Por eso buscas el día,
y la noche, sin igual,
para encontrar a tus sueños
por delante y por detrás.

Ya en tus juegos vas ganando
y en el aire hay un cantar,
que te aupa en los laureles
y en las mieles del panal.

Se van contigo las sombras,
y tú las quieres cegar,
con las luces de los postes
y farolas del marjal.

"...Están preciosos tus labios
y te los quieren robar,
otros labios envidiosos
que destilan pus y mal..."

Rafael Sánchez Ortega ©
15/10/16

lunes, 31 de octubre de 2016

PORQUE ES TU DÍA...


Porque es tu día, también la noche
y es el momento que sale el sol,
es por lo tanto que te acaricio
cierro los ojos con gran candor.

Viajo despacio, vas a mi lado,
tarareamos una canción,
"cosita linda, nuquita rica"
así te llamo mi linda flor.

Tienes la gracia de las violetas,
tus ojos forman un tornasol,
en ellos miro, busco mi nombre
mientras tu tienes mi corazón.

Eres la rosa, suave y sedosa,
la que así busco con gran ardor.
Eres traviesa, mi fiel princesa
y juguetona como un ratón.

Porque es tu día, digo y repito,
con muchas horas para el amor,
te entrego, entonces, en estos versos,
la gran locura de mi razón.

Contigo vivo, sigo tus pasos,
cual manecilla de un fiel reloj,
porque eres bella, porque eres dulce,
la luz que alumbra mi habitación.

Ese cuartito, donde los duendes
dejan un toque y su resplandor,
para que rías, para que sientas
para que bailes sin ton ni son.

Pero es contigo, donde prefiero
dejar mi pecho con tu calor,
dejar mis ojos, bien cerraditos
en tu regazo, con ilusión.

"...Porque es tu día, y en esta noche
que ahora comienza te quiero yo;
para tenerte, para tomarte,
en este instante, solo los dos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
14/10/16

CUANDO LLUEVE...



Cuando llueve suspiras y te alegras
porque sientes el alma agradecida,
y quizás son las lágrimas rebeldes
que te besan ahora tus mejillas.

Pero tienes el alma renovada
y la sangre recobra nueva vida,
es la misma que corre por las venas
como esencia del cielo en este día.

Algo tiene la lluvia, que transforma,
por igual desde el hombre hasta la ardilla,
y los ojos se vuelven transparentes
y renacen suspiros y las risas.

Cuando falta se extraña y se reclama
y soñamos con verla en su caída,
descolgando sus gotas, lentamente,
de las nubes tan grises y tan frías.

Nos transporta hasta el mundo de la infancia
donde fuimos amigos, sin rencillas,
se mojaron cabellos y vestidos
en las tardes del cole y las partidas.

Unas veces buscábamos los árboles,
o el zaguán con la puerta ya dormida,
otros ratos jugábamos al corro,
y también con las chapas y canicas.

Pero siempre sentíamos el agua,
con las gotas dejando su armonía,
en los charcos y pozos circundantes
y en las caras ansiosas y sin prisa.

Era un tiempo pasado, que evocamos,
que nos trae esta lluvia a la cuartilla,
y lo hacemos carentes de nostalgia
porque ahora la lluvia no es distinta.

"...Cuando llueve suspiras y te guardas
esa voz que te llega y que te grita;
la que dice que vivas, ¡que adelante!
y que sientas también su poesía..."

Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/16