domingo, 13 de abril de 2025

6.171 - ERA EL AMOR...



Era el amor,

decían los poetas

y los románticos.


Y tú bebiste

el néctar de unos labios

que eran sublimes.


Y hasta tus dedos

temblaron como juncos

en primavera.


Aquellas tardes

de risas y susurros

mirando al río.


Y en los cantiles

buscando a las resacas

de blanca estola.


Y el viento nuestro,

con brisa del nordeste

y sus caricias.


Y en plena noche

la luna y las estrellas

mandando besos.


¡Cuántos susurros

llegaron a los cuerpos

estremeciéndonos!


¡Es el amor!,

decíamos nosotros

mirando al cielo.


Rafael Sánchez Ortega ©

10/04/25

sábado, 12 de abril de 2025

6.170 - UNA SONRISA...



Una sonrisa,

pedían esos labios

de aquel poeta.


Una sonrisa,

en forma de caricias

y de palabras.


Una sonrisa

que abriera las pupilas,

ahora cerradas.


Y es que el silencio

de versos y de labios

era asfixiante.


Estoy cansado,

rumiaba en su silencio

el alma inquieta.


Una mochila,

pesada, de recuerdos,

iba en su espalda.


Y le apretaban

el tiempo y el pasado

del gran esfuerzo.


Quería un rato

de paz y de descanso

que precisaba.


Miró a los cielos

buscando a la sonrisa,

hoy tan ausente.


Rafael Sánchez Ortega ©

09/04/25

viernes, 11 de abril de 2025

6.169 - ESPESA NIEBLA...



Espesa niebla
que cubre los tejados
en las mañanas.

Así amanece
con gasas y turbantes
en los hogares.

Un dulce manto
rescata las figuras
casi invisibles.

Y entre la niebla,
te busco, primavera,
¿estás ahí?

Nadie responde,
tan solo los gorriones
dejan sus cantos.

Hay golondrinas
que surgen de la niebla
con su alegría.

Algunas rosas
despiertan sudorosas
por el rocío.

Y por las calles
resuenan las pisadas
de quien madruga.

Vuelve la vida
que surge de la niebla
con sus latidos.

Rafael Sánchez Ortega ©
08/04/25

jueves, 10 de abril de 2025

6.168 - ESTOY CANSADO...



Estoy cansado,

decía el vagabundo,

ante la iglesia.


La vieja puerta

oía sus lamentos

desde el silencio.


El templo fresco

y oscuro, le invitaba

a descansar.


Buscando un banco,

en él sentó su cuerpo

y descansó.


Rezó, sin prisas,

en diálogo a los cielos,

en un susurro.


Y descansó

su cuerpo, amodorrado,

por largo viaje.


Muchos kilómetros

habían recorrido

sus largas piernas.


Y precisaba

del alto en el camino

y un buen descanso.


Soñó, despierto,

con nuevas primaveras

y mariposas.


Rafael Sánchez Ortega ©

07/04/25

miércoles, 9 de abril de 2025

6.167 - YA TIEMBLAN LAS FLORES...



Ya tiemblan las flores

por tantas mentiras

que dicen las gentes

con lengua maldita.


Engañan al hombre

y al niño le quitan

la fe y la inocencia

que es prenda divina.


Y lloran las flores

y el niño suspira,

ajenos al drama

que existe en la vida.


Hay ojos que buscan

la luz que precisan,

y labios que anhelan

el beso y caricia.


También hay palabras

que antaño venían,

del hombre sensato

que amaba sin prisas.


Hoy andan ausentes

y están ya perdidas.

las frases amables

de tiernas pupilas.


Atrás se quedaron

las mil utopías,

con sueños, de infancia

sin manchas ni heridas.


Por eso la rosa 

temblando se agita,

y lloran sus hojas

y muere marchita.


Rafael Sánchez Ortega ©

06/04/25

martes, 8 de abril de 2025

6.166 - TE VI VENIR...



Te vi venir,

sombría y silenciosa,

hacia mi encuentro.


Noté, primero,

tu sombra deslizarse

junto a la orilla.


Silencio adjunto,

impuesto por las olas,

hoy sin resacas.


Playa vacía

de almas y personas,

aquella tarde.


Y es que la cita

no estaba programada

y era imprevista.


Nada te dije

y nada preguntaste

cuando nos vimos.


Quise llorar,

llevarme los recuerdos,

pero sobraban.


Eso dijeron

tus labios, sin palabras,

en un susurro.


Y te seguí,

marchando al infinito

y hacia lo eterno.


Rafael Sánchez Ortega ©

05/04/25

lunes, 7 de abril de 2025

6.165 - SI ALGUNA VEZ...



Si alguna vez

pudiera ver tus ojos

los besaría.


Sería un sueño

poder cerrar mis ojos

junto a los tuyos.


Y nuestros dedos

serían nuevos ojos

cobrando vida.


Se cambiaría

el tacto por la vista

en los sentidos.


Sin darnos cuenta

saldrían mil suspiros

de entre los labios.


En un susurro 

diríamos "te quiero",

en los latidos.


Y hasta la sangre,

de ambos se uniría

sin transfusión.


Y es que los sueños,

están entre tus alas,

mi mariposa.


"...Si alguna vez

tus ojos me buscaran,

seré feliz..."


Rafael Sánchez Ortega ©

04/04/25