martes, 31 de enero de 2017

MARIPOSAS MAÑANERAS...


Mariposas mañaneras,
de un enero que se ha ido,
que alegráis los corazones
a precoces peregrinos.

Hoy he visto vuestro vuelo
y con él he sonreído,
persiguiendo los dibujos
de mayores y de niños.

Sois, quizás, madrugadoras,
como gotas de rocío,
y por eso los colores
hoy son blancos y amarillos.

Alegría indescriptible
deja el canto de los ríos,
y vosotras, vais aunando
y acercando los latidos.

Yo sé bien, que en este invierno,
queda un trecho de camino,
sin embargo vuestra imagen
es el verso del destino

Mariposas encantadas
que lanzáis tantos hechizos,
por senderos y jardines
y que acaban en los libros.

Sabéis bien, que en este invierno,
hay rincones escondidos,
y cien días muy lluviosos
con la nieve y con el frío.

Pero el vuelo de tus alas,
mariposa, va conmigo,
y te veo entre las zarzas
y en la rosa y en el lirio.

"...Mariposa de mis sueños,
hoy por fin estoy tranquilo,
ya descanso entre tus alas
como un pájaro en su nido..."

Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/17

lunes, 30 de enero de 2017

OS HE VISTO PASEANDO...

(Inspirado en la imagen del pintor Leonid Afrémov)


Os he visto paseando muy callados
por el parque tan mojado de la aldea.
Era invierno y las farolas observaban
esa estampa de la lluvia en las aceras.

Unas gotas que llegaban de los cielos
a fundir los pentagramas y cabezas,
a dejar entre los pliegues del camino
unas lágrimas sencillas y sinceras.

Porque el cielo con la nube del invierno
impresiona con sus grises y tormentas,
con el beso tan ansioso de la brisa
y el aviso muy fugaz de las galernas.

Tú llevabas el paraguas en la mano
y ella, en cambio, te abrazaba la cadera;
era un paso cadencioso y en silencio
con un banco de testigo y la floresta.

Yo miraba vuestros pasos embobado,
como un árbol otoñal con su presencia,
presentía que era un sueño vuestra imagen
y que pronto volvería a la inocencia.

Pero pronto rechacé tal pensamiento
y me dije que el amor no tiene escuelas,
ni patrones ensayados que definan
esa tierna sensación que da la esencia.

Porque el néctar de la vida es poesía
y el amor, en cada joven, un poema.
¿Qué sería de nosotros, soñadores,
si la vida y el amor fueran novelas...?

Pero sigo disfrutando de la lluvia
y el paseo juvenil de vuestras piernas,
abrazados, como vais, yo siento envidia
y quisiera ser la pluma de un poeta.

"...Os he visto paseando, enamorados,
y he sentido que hasta el alma se acelera,
porque voy en los suspiros de unos labios
y en los versos, sin palabras, de sus letras..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/17

ARDE EL BOSQUE...


Arde el bosque y su ternura
por la cerilla infernal,
de la mano criminal
que fomentó tal locura.

Llora el hombre, en su amargura,
visilumbrando al animal,
que promovió tanto mal
con la ceniza y negrura.

Porque animal es palabra
para aplicar al cobarde
de esta tragedia macabra.

Que el dios del cielo resguarde
la planta, el ave y, reabra
el bosque y lo salvaguarde.

Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/17

domingo, 29 de enero de 2017

LA BICICLETA CON FLORES...


La bicicleta con flores
conquistaba las miradas,
atraía los asombros
y despertaba las caras.

Porque aquella bicicleta,
con su aire de encantada,
paseaba con los sueños
de los chicos y muchachas.

Y lo hacía en los caminos
y en la arena de la playa,
al impulso de unas piernas
y los pies que la empujaban.

Una imagen sugerente
de la rueda antes citada,
y unas rosas entre ella
es la prueba que faltaba.

Mas volvamos al escrito
con salitres y resacas,
de la bici y esas flores
y la rueda con su magia.

Es muy fácil ser poeta
si consigues esa gracia,
la de ver, en cada instante,
a la vida como pasa.

Una fuente cantarina,
una prenda en la ventana,
el silencio en los senderos
y la paz de la montaña.

Estas son algunas muestras
de la rosa cautivada
con sus pétalos tan lindos
que en la bici se mostraban.

"...La bicicleta con flores
no se entiende sin palabras,
ni tampoco tantos besos
sin los labios a quien aman..."

Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/17

sábado, 28 de enero de 2017

UNOS VERSOS...



Unos versos se deslizan de tu voz
mientras contemplo esa playa, inmensa,
tan cercana,
en la que unas gaviotas vuelan
y el agua marina se pierde
en una extensión inabarcable,
bajo las nubes rosadas de un ocaso
invernal que ya termina.

Y todo frente al mar...

Y esos versos van surgiendo de tus labios
para subirse a lomos de las olas,
mientras yo los veo cabalgar así,
en un sueño y realidad que tú me brindas
con esa melodía, inconfudible, del agua
y su resaca tan constante.

Y todo para el mar...

Porque "tu verso es fuego, y tienes frío",
y así me llega, el beso helado de ese verso,
cobrando vida, entre mis brazos,
estremeciendo en el arrullo
una piel que espera la caricia del poema
que desgranas lentamente
y que ansía con vehemencia
tu llegada hasta mi lado.

Y todo sobre el mar...

Yo sé que el verso sale caprichoso,
sin pensar, como una necesidad
que tienes y te obliga para mirar
la vida cara a cara,
para sentir la brisa en las mejillas
y darte cuenta de que vives, y eres tú,
renaciendo del salitre y la nostalgia.

Y todo en un instante junto al mar...

Quisiera la sonrisa de tus versos,
quisiera que el poema cobre vida,
quisiera el corazón que me robaste,
quisiera el aeroplano de papel
que vi en tus ojos,
quisiera el borrador de tus pupilas
y ese canto de tu voz en mis oídos.
Quisiera al mar y a ti teneros en mis brazos,
cerrar los ojos
y luego dormitar, en vuestras olas,
con mi alma, eternamente.

Y todo "sin palabras"...

Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/17

viernes, 27 de enero de 2017

¿POR QUÉ LLORAS...?


¿Por qué lloras bella niña,
si la barca está en el puerto?,
¿es acaso por amores
de un marino barquereño?

No contestes mis preguntas
y concéntrate en los rezos,
a la Virgen la Barquera
que te escucha con gran celo.

Si es, acaso, una aventura,
un capricho pasajero,
no te enfades ni te aflijas
porque tiene buen remedio.

Los amores van y vienen
por la tierra y por los cielos,
y de pronto, muy cansados,
buscan cuna en los recuerdos.

Pero hay uno que es distinto
y ese amor es verdadero,
cuando llegue hasta tu lado
sentirás que es algo nuevo.

Tiene mieles en los ojos
y latidos en los besos,
en los labios su saliva
es un néctar siempre fresco.

El amor que tú deseas
no se escribe con los dedos,
ni se esculpe en las paredes
al abrigo de los hielos.

Es galerna y marejada,
es pasión del mar eterno,
es la lira que ahora suena
y atraviesa por tu seno.

Por lo tanto no me llores,
bella niña de este cuento,
el amor que tanto buscas
lo tendrás de un marinero.

Es vecino de tu tierra,
compañero de tus juegos,
que te sigue en la distancia
aunque cargue con los remos.

Él va al mar día tras día
con la caña y sus anzuelos,
a pescar unos jornales
y ese pan de sus ancestros.

Volverá, nunca lo dudes,
La Barquera está muy dentro,
y tú estás en esa ermita,
bella niña de los sueños.

"...¿Por qué lloras sin descanso
y no escuchas a los vientos?
el nordeste de los mares
hoy te abraza en el silencio..."

Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/17

jueves, 26 de enero de 2017

RECUERDO AQUELLA NIÑA...


Recuerdo aquella niña
de rostro acalorado,
sus ojos tan traviesos
perdidos en el lago.

Recuerdo que era un jueves,
principio del verano,
la tarde con neblina
y el humo del cigarro.

Estaba en la ribera
debajo de  unos álamos,
buscaba en el silencio
el don tan deseado.

Pero este se ocultaba,
quizás bajo los plátanos,
tal vez en la otra orilla,
allí, junto a los bancos.

Recuerdo su vestido
formal y bien trazado,
las piernas larguiruchas
trazaban un encanto.

Preciosa cenicienta
en tarde y con zapatos,
la noche queda lejos
del cuento y de las manos.

Por eso en su carita
se mueven unos labios,
musitan una frase,
se quedan suspirando.

No sé lo que ha surgido
ni sé si habrá rezado,
más sé que sus pupilas,
se mezclan en un llanto.

"...Recuerdo aquella niña
mirándome despacio,,
recuerdo, sin palabras,
tomarla con mis brazos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/17