Ven, no te vayas,
acércate a mi lado
para soñar.
Vayamos juntos,
volemos día a día
con nuestras alas.
Alas doradas
con versos intranquilos
que ellas desgranen.
Ven, con tus pasos
tranquilos y serenos
que tanto ansío.
Funde tu sombra
conmigo y con la mía,
en un suspiro.
Luego descansa.
Las hayas nos esperan
con sus relatos.
Y si te animas
juguemos, como niños,
siempre contentos.
Busquemos gnomos
con elfos escondidos
entre los bosques.
Y en los cuadernos
de nuestros corazones
pintemos todo eso.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/09/22
Quién pudiera evitar que salga de nuestra vida alguna persona. Aunque tal vez salen de nuestra vida porque ya cumplieron su misión. Quién sabe
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto lo que dices, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Cuando nos convertimos de nuevo en infantes la vida es como un cuento de hadas, donde todo es posible. Un bello poema. Un abrazo y feliz semana Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela, Un abrazo y feliz semana también para ti.
EliminarUn poema que invita a soñar. Muy bonito.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafael soñemos que la vida es sueño...Y los sueños sueños son.
ResponderEliminarBello poema.
Un cálido abrazo
Gracias Sneyder, soñemos pues.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Un plan maravilloso en tus bellos versos.
ResponderEliminar👏🏼👏🏼👏🏼
Gracias Galilea.
Eliminar¡¡¡Que nunca dejemos de soñar!!! Y de exteriorizar a nuestro niño/a interno.
ResponderEliminarTus versos levantan el espíritu amigo. Un abrazo. Paty
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo.