Miré la mesa
repleta de papeles
y en gran desorden.
Muchos papeles
con letras apiñadas
que me llamaban.
Versos quebrados,
relatos inconclusos
y algún ensayo.
Signos y letras
salidos de mi pluma
en ratos de ocio.
Y yo mirando
la marcha del verano
y de mi vida.
Llega el otoño,
con hojas que se apagan,
eso pensaba.
Me estremecí
de forma involuntaria,
sin darme cuenta.
Era verdad
el mundo de las letras
me lo decía.
Y es que entre ellas,
y encima de la mesa
había otoños.
Era la vida
creada de mil formas
en los escritos.
En sus latidos
estaba lo que siento
y lo que pienso.
Había vida
latente, que mis dedos,
iban dejando.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/09/25

Toda una vida, en un puñado de letras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Otoño brilla de emoción al llegar a tus letras.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario
EliminarAbrazo.
Hola Rafael: que bello poder apreciar esa danza de letras que han salido de tu corazón y de tu intelecto, cuantas primaveras de amor , otoños dorados, inviernos lluviosos y veranos divertidos han pasado por mente., hermoso premio!!! Un abrazo
ResponderEliminarGracias Merce
EliminarAbrazos.
La letra viva siempre.
ResponderEliminarTestimonio y testigo.
Abrazo, Rafael.