Te vi volar,
de nuevo, entre las nubes
y no ibas sola.
Te acompañaban
los ángeles del cielo
en un cortejo.
Creí soñar
y que era una utopía
lo que veía.
"Cosa de niños,
que siguen en la infancia,
y con sus sueños"
Eso decía
mi pobre pensamiento
mientras miraba.
Y así nacieron,
vibrando unos suspiros
para unos versos.
Y te escribí,
igual que tantas veces
para llamarte.
Grité tu nombre,
te dije que volvieras
que yo te amaba.
Pero seguiste
volando, indiferente,
a mis palabras.
Quise creer
que el viento y la distancia
nos distanciaban.
Que no escuchaste
mi voz, y que mis versos,
quedaban "mudos".
Pero dejaste
el rescoldo de tu vuelo
en mis pupilas.
(Y así te amé...)
Rafael Sánchez Ortega ©
03/10/25
Siempre bellos tus poemas, ese amor no se fue Rafael, está vivo en vos... una ternura cada verso.
ResponderEliminarBuena semana.
A veces, a quienes amamos y ya se fueron del plano terrenal, los sentimos muy lejos y otras veces muy cerca. Quizá es porque nos cuesta entender ese nuevo estado y aun estamos muy arraigados a la materialidad de un cuerpo abrazable. Hermosos y sensibles versos amigo, lo más rescatable es el amor que se siente en ellos. Abrazo grande.
ResponderEliminarP A T Y
Lindo poema cargado de sensibilidad Rafael.
ResponderEliminarSaluditos.