Que me entierren con mis versos,
-suplicaba aquel poeta,
ellos fueron mis amigos
y ahora quiero que se duerman.
Que descansen para siempre
de los llantos y las penas,
de mis risas y alegrías
y de honores y de ofrendas.
Que se junten con mis sueños
y que busquen al cometa,
que trazaba filigranas
por mis dedos y cabeza.
Fueron versos especiales
que surgieron letra a letra,
sin caprichos ni ambiciones
en mañanas como estas.
Hubo noches muy febriles
con pasiones muy intensas,
que llenaron los cuadernos
de pequeñas sutilezas.
Se cuidaron bien las formas
tras brillantes candilejas,
con metáforas al paso
que buscaban las estrellas.
Y así un día y otro día
continuaron la faena,
tantos versos caprichosos
de momentos y de fechas.
Pero hablaban de personas,
de miradas indiscretas,
y de labios temblorosos
que perdían la inocencia.
Esos versos que ahora cito
fueron simples marionetas,
transmisores de palabras
y de tiernas candilejas.
Deslumbraron a lectores
con el alma siempre inquieta,
y a los ojos infantiles
que buscaban a princesas.
Más también llegaron vivos
al regazo de la abuela,
y a los brazos de la madre,
y al anciano que los piensa.
Fueron versos de otros tiempos,
quizás restos de galernas,
temporales de aquel hombre
que intentaba ser poeta.
"...Que me entierren con mis versos
y se acaben las peleas,
por la fama inmerecida
de sonetos y poemas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/15
-suplicaba aquel poeta,
ellos fueron mis amigos
y ahora quiero que se duerman.
Que descansen para siempre
de los llantos y las penas,
de mis risas y alegrías
y de honores y de ofrendas.
Que se junten con mis sueños
y que busquen al cometa,
que trazaba filigranas
por mis dedos y cabeza.
Fueron versos especiales
que surgieron letra a letra,
sin caprichos ni ambiciones
en mañanas como estas.
Hubo noches muy febriles
con pasiones muy intensas,
que llenaron los cuadernos
de pequeñas sutilezas.
Se cuidaron bien las formas
tras brillantes candilejas,
con metáforas al paso
que buscaban las estrellas.
Y así un día y otro día
continuaron la faena,
tantos versos caprichosos
de momentos y de fechas.
Pero hablaban de personas,
de miradas indiscretas,
y de labios temblorosos
que perdían la inocencia.
Esos versos que ahora cito
fueron simples marionetas,
transmisores de palabras
y de tiernas candilejas.
Deslumbraron a lectores
con el alma siempre inquieta,
y a los ojos infantiles
que buscaban a princesas.
Más también llegaron vivos
al regazo de la abuela,
y a los brazos de la madre,
y al anciano que los piensa.
Fueron versos de otros tiempos,
quizás restos de galernas,
temporales de aquel hombre
que intentaba ser poeta.
"...Que me entierren con mis versos
y se acaben las peleas,
por la fama inmerecida
de sonetos y poemas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/15
wwaauu Rafael que bonito , si los poemas no morirán jamás te podrán enterrar pero tus letras quedaran algunas llenas de alegría, otras de esperanza, otras de tristeza, pero siempre estarán y será eternas porque los versos tienen vida eterna te quedó muy bello un abrazo y fuerte y feliz día desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo desde Cantabria.
Paso a darte las gracias por tu visita y trenura en tu comentario
ResponderEliminarhoy un gran abrazo
Marina
Gracias a ti Marina.
EliminarUn abrazo.
Kafka también quería algo parecido o que sus escritos fueran destruidos,pero ya sabemos la historia, su albacea no le hizo caso jajaja y por suerte
ResponderEliminarabrazos y buena jornada Rafael
Sonrío Ely, lo malo es que yo no tengo, (de momento), albacea, jajaja...
EliminarAbrazos y feliz miércoles.
Eso sería una pena, porque se perderían...
ResponderEliminarMuchos besos
No todos los poetas tienen la suerte de ser recordados en esa orilla del Duero Carmen.
EliminarUn beso.
Aunque los entierren con el poeta, sobrevivirán al tiempo.
ResponderEliminarUna lluvia de besos
De algunos poetas no se conoce ni el nombre Maduixeta, puedes estar segura.
EliminarUn beso.
Los versos sobrevivirán al poeta aunque éste quiera callarlos cuando parta él.
ResponderEliminarY que sigan los versos y poemas. Un abrazo
¿Y quién los harà sobrevivir Susana...?
EliminarUn abrazo.
Un deseo precioso y delicioso de leer. Dicen que un poeta solo muere si un día muere el amor.
ResponderEliminarEntonces quedarán tus letras, ellas no morirán, y un gran corazón de Poeta.
Besos Rafa.
Sí, Lore, pienso como tú. ¡Ojalá las letras de todos los poetas puedan ser recogidas por "al menos", un corazón para que los guarde celosamente!
EliminarBesos en la noche.
Qué bonita petición.
ResponderEliminarUn poeta nunca muere del todo,ahí quedan sus versos.
Bss
Gracias por tus palabras Carmen.
ResponderEliminarBs.
Marionetas que caminan entre rios de tinta para dar lugar a la magia de la palabra, esa que perdura y se asienta como forma, medio y estela... Como guía tras la que llegas a lugares con encanto, como este ... Gracias
ResponderEliminarGracias a ti por detenerte en estas letras Athenea.
EliminarUn abrazo.