jueves, 21 de septiembre de 2023

5.608 - LA VIEJA ALDEA...



La vieja aldea

estaba como antaño

cuando marché.


Sus casas grises

de piedras centenarias

y erosionadas.


Pequeñas huertas,

pegadas a las casas,

daban sus frutos.


Peras, manzanas,

colgaban de las ramas

junto a las cercas.


Hasta la iglesia,

con torre centenaria

seguía en pie.


Por su tejado

volaban golondrinas

como hace años.


Y tú volvías,

viajero de la vida,

a por recuerdos.


Te estremecías

al ver que allí, la vida,

sigue latiendo.


Y que el poema

que tanto has añorado

está en tu tierra.


Tierra de versos,

con sangre y con sudores

de tus ancestros.


Tierra de amor

que guarda mil suspiros

inolvidables.


Rafael  Sánchez Ortega ©

19/09/23

9 comentarios:

  1. A veces el tiempo hace valorar más el lugar de origen y aquellos recuerdos que derivan en versos viajeros.

    Un abrazo, Rafael

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  2. Los recuerdos no siempre son fieles el tiempo cambia algunos detalles. Abrazo

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  3. El rincón primero que descubrieron nuestros versos, está siempre esperando nuestros poemas. Muy bonito.
    Abrazo.

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  4. Hay pueblitos y aldeas, por los que parece no pasar el tiempo. Sus habitantes cambian y se renueva la vida, ante la impertérrita mirada de sus casas centenarias.
    Un abrazo.

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  5. Siempre se vuelve a la tierra, a las raíces, a los ancestros.
    Ahí está todo. Y nos nutrimos.

    Abrazo, Rafael

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