martes, 27 de abril de 2010

VOY A PEDIR AL VIENTO QUE ME DEJE

Voy a pedir al viento que me deje
marchar con él buscando tu figura,
visitaré las tierras sin fronteras
para llegar si puedo hasta la luna.

Me vestiré de gala si es preciso,
y dejarè en las sombras mi armadura,
quiero llegar a ti, sencillamente,
para mirar tus ojos ya sin dudas.

Quiero sentir la brisa de tus labios,
quiero bailar contigo en la laguna;
se pararán, sin duda, los relojes,
la noche llegará con su frescura.

Voy a pedir al viento sus caricias
para acercarme a ti, junto a la bruma,
y besaré tu cuerpo dulcemente,
mientras mis dedos firmes te dibujan.

Y escribiré en tu cuerpo este poema,
esta canción de risas y de angustias,
con esos versos temblorosos, mios,
que nacen con amor y sin lujuria.

Porque el amor, amor... es todo esto,
es alejar del alma la basura,
es conjugar la vida con los sueños
para encontrar el cielo sin excusa.

Voy a pedir al viento que te bese
aunque sea de forma inoportuna,
y que embriague tu alma y tus sentidos,
llenándote de gracia y de dulzura.

Porque al final no pido para mi,
pido seguir el vuelo de la pluma
quiero volar, deprisa, tras tu pasos,
para saciar tu sed y mi cordura.

Quiero sentir el tierno escalofrío,
y con él recibir esa burbuja,
el conjunto de globos y colores
que se mezclen contigo y se confundan.

...Voy a pedir al viento que me deje
marchar al mar en busca de la espuma
y encontraré en las algas y corales
el sueño y la razón de mi locura.

Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/10

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