sábado, 18 de febrero de 2012

ABRO EL CUADERNO...


Abro el cuaderno y veo la página en blanco
esperando mis latidos,
mis pequeñas vibraciones que transmitan vida
y den un color diferente a sus folios.


Poco a poco se va creando un bosque
de contenido,
una jungla espesa donde confluyen pensamientos
y sentimientos y se mezclan con el río
impulsivo de la sangre que aflora,
como un río de lava y una corriente de fuego
que van creando las palabras y las frases.


Levanto la cabeza y respiro hondo.
Busco la ventana y llevo mi mirada lejos,
más afuera de los cristales,
para que vaya a rozar las nubes.


No quiero que ese momento se me escape,
quiero plasmar todo lo que veo,
dejarlo allí, en esa cuartilla inmaculada.
Quiero que allí quede la fuerza del huracán
que asola mi alma
y también la paz que dejan las estrellas
en la noche.


Quiero dormir así, cerrar los ojos,
abandonarme en estos brazos que son la poesía.
Quiero besar sus labios dulcemente
y rozar su pelo con mis dedos.
Quiero sentir el latido apresurado de su seno
y robar el suspiro de su boca.
Quiero buscar la luz de su mirada
y embriagarme de todo lo que encierra
y también de su palabra silenciosa.


Quiero quererte y poder escribirte sin descanso,
hasta que me embriague con tu voz y tu sonrisa
y pueda dormir el sueño eterno
entre tus brazos.


Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/12

No hay comentarios:

Publicar un comentario