Se estremecen las llamas
con el paso del viento,
y también por la brisa
con que aviva los fuegos,
es igual que los niños
a quien rozan su cuerpo
las caricias maternas
que desgranan los dedos,
un rumor invisible
dejan duendes traviesos,
por la piel inocente
que recubre los cuerpos,
y si, acaso, le apuras
te dirán algo cierto
las pupilas divinas
de los ojos sin miedo...
Y es que el hombre madura
con el paso del tiempo
y se muestra valiente
aunque bogue sin remos,
porque, a veces, navega
sin timón, como un ciego,
por la vida infinita
y se olvida del puerto,
y es allí, donde tiene,
su lugar y su puesto,
la razón de sus días
y el presente sincero,
pero ignora la brisa
que le lleva muy lejos
y se duerme en cubierta
aunque sueñe despierto...
"...Se estremecen las llamas
en tus ojos tan bellos,
y también tu sonrisa
al sentir a mis besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/19
Cuantas cosas lindas nos dejas hoy , los pequeños , sus caricias y ese fuego que alienta nuestro cuerpo ..
ResponderEliminarBello poema para este domingo ..feliz sobremesa y un fuerte abrazo.
Gracias sinceras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz domingo también para ti.
Precioso romance... un placer leerlo!
ResponderEliminarGracias Carlos.
EliminarUn saludo.
Podemos dejar que los sueños vuelen con la brisa, que aviven fuegos fatuos... pero en el puerto, a cubierto del viejo faro... están las raíces de todo lo que somos y sentimos... volamos y soñamos... vuelo y vuelvo... siempre.
ResponderEliminarPrecioso tu sentir, amigo Rafael.
Mil besitos en la tarde.
Gracias por tus palabras Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Besos y sonrisas, plan de domingo perfecto!!
ResponderEliminar🙂
Gracias Laura, lo mismo te deseo.
EliminarUn abrazo.
Con el paso de los años vamos consiguiendo más para que ellas llamas sigan estremeciéndose.
ResponderEliminarBello poema Rafael.
Un beso
Gracias por tus palabras Carmen.
EliminarUn abrazo.
Lindo romance, los sueños siempre estarán en la cuna del alma. Somos tan jóvenes como nuestros sueños y tan viejos como nuestras desesperanzas...
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, Ángeles, es como dices.
EliminarUn abrazo.
Con los años, las llamas que una vez ardieron en la mirada de quien se ama, regresan ante el fuego
ResponderEliminarPrecioso poema. Un abrazo grande
Cierto, suele suceder, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y gracias.