martes, 31 de enero de 2012

LA CANCIÓN DEL TOLETE.



Era un tolete ya viejo
y un marinero vulgar,
era un remo que crujía
entonando este cantar.

"Yo fui sostén del remero
al llevarlo por el mar,
soportando en el estribo
su remada singular.

Crucé por mares profundos,
verde azules a la par,
diamantinos y rosados
con sus playas de pescar.

Noté el roce de las olas
y su eterno caminar,
dirigiéndose a la costa
y a la barra del lugar.

La caricia de la brisa
era fácil de aguantar,
y la frente del marino
se curtía sin cesar.

Las gaviotas, en lo alto,
no cesaban de pasar,
revoltosas y coquetas,
y graznando en su volar.

Y de pronto las sirenas
se acercaron a mirar,
y escuchando los toletes
se pusieron a soñar.

Yo era entonces un extraño,
un tolete que trincar,
el sostén del marinero
en su avance y su ciar.

¡Boga, boga, marinero,
nunca dejes de bogar!,
ya la playa está más cerca
y tu tienes que pescar.

Las merluzas y julianas
ya se vienen a tu par,
y las lochas y cabrachos
también quieren orillar.

¡Lanza, lanza, marinero,
es la hora de jalar!,
de intentar cobrar las piezas
que te ofrezcan su manjar.

Y con ellas en tu cesta
volverás a recordar
al tolete y al estribo
que te vuelvan a tu hogar.

Que te lleven para el puerto
con tu esposa y con tu lar,
que te espera tan ansiosa
con un beso para dar.

¡Boga, boga, marinero,
nunca dejes de bogar!,
te lo dice este tolete
en sus letras y cantar".

Y aquí acaba este romance
de un tolete peculiar,
que crujía en el estribo
y cantaba al navegar.

Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/12

DEJAR VOLAR LA IMAGINACIÓN...


Dejar volar la imaginación un instante
y llevarla a una playa desierta
en medio de la inmensidad de la noche.
Allí surge una escena,
una imagen,
un sueño...


De pronto se componen unos versos
y aparece una niña,
una mujer que se queda dormida
entre mis brazos
y, mientras sus ojos se van cerrando,
comienza a sonar una música
y unas piezas de baile
animan el silencio de las olas.


De las sombras surgen las sirenas
que llegan cantando
y hablan de los viajeros,
de los mares que surcaron con sus barcas
y de tantas y tantas aventuras escuchadas
a los marineros en las bordas.


Hay olor a salitre y unas rosas y corales
aparecen en la escena.
Hay un suspiro que se escapa,
una brisa que sopla tenuemente,
una vela que parpadea en la distancia
y es, quizás, la luz de una estrella perdida
la que brilla.


Al final unos brazos se estiran,
unos ojos despiertan,
unos labios palpitan y susurran un nombre...


¡Es mi nombre!,
aunque quizás yo esté soñando.


Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/12

lunes, 30 de enero de 2012

HAZME CASO Y VETE ADENTRO...


Hazme caso y vete adentro
hace frío y es muy tarde,
pues la brisa va llegando
con las olas de los mares.

Es muy tarde, te repito,
duerme un poco niña grande,
duerme y duerme entre mis brazos,
muchachita insobornable.

Velaré tu dulce sueño
en la noche oscura y grande,
mientras canto a las estrellas
que ahora llegan a tu baile.

Es el baile de las olas
que tú un día me contaste,
donde cuentan las sirenas
los secretos de sus viajes.

Y lo hacen con canciones,
con salitres y saudades,
en la noche diferente
que no quiero que se acabe.

El suspiro de la brisa
también viene a acompañarte,
y te deja con sus besos
unas rosas y corales.

Unas rosas de mi huerta
con dos besos para darte
y el coral que ha recogido
el nordeste en mil lugares.

Te estremeces en tu sueño
al sentir, quizás, mi sangre,
y la voz de mis latidos
se acelera en un instante.

Linda niña y niña hermosa
que aquí sueñas a raudales,
no despiertes de tu sueño
sigue en él este romance.

Más si un día te despiertas
nunca arrugues tu semblante,
pues viviste un bello sueño
en tu barca sin velamen.

Unas rosas a tu lado
te dirán este detalle
y el coral tan primoroso
vive y late en su mensaje.

"...Hazme caso y vete adentro
niña buena y adorable,
yo te arropo de tu frío
y en tu sueñó quiero amarte..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/12

domingo, 29 de enero de 2012

YO TAMBIÉN DESEO QUE EL ERRANTE CORAZÓN...


Yo también deseo que el errante corazón
no se detenga
y que me haga vivir intensamente
cada segundo de la vida.
Que me deje paladear esos fragmentos
que transcurren desde el alba hasta el ocaso
para detenerme en ellos y saborear
la esencia de los dioses.


Sin embargo, a veces, hay que hacer
un alto en el camino,
respirar profundamente,
secar unas lágrimas rebeldes
y procurar seguir
a pesar del frío y del cansancio.


Debemos buscar la luz y la alegría,
luchar por conseguir el equilibrio
de las almas,
intentar que la sonrisa aflore a los labios
y hacer que nuestro corazón se acelere
cuando veamos acercarse la silueta
de la persona amada,
aunque solamente sea en sueños.


Porque la vida es todo esto y mucho más
que es imposible de escribirse
en el cuaderno,
es un caminar constante tras las huellas
de otros pasos,
tras las risas y los llantos
de un pasado no lejano,
tras quimeras e ilusiones que alteraron
los sentidos
y hasta puede que también de realidades,
que vivimos y gozamos,
con la miel entre los labios.


Por estas cosas tan pequeñas y vitales,
yo deseo que el latido de mi corazón
no descanse ni se pare,
que prosiga lentamente el bombeo
de la sangre por mis venas,
y que sienta las caricias de la vida
en invierno y en verano,
recordando intensamente
los momentos del pasado
que ahora guardo en ese cofre
de mi pecho,
que susurra al compás de Sus latidos.


Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/12

HAS ESTADO TAN CERCA DE MI VIDA...


I

Has estado tan cerca de mi vida
que no puedes siquiera imaginarlo.
Me curaste y vendaste aquella herida
y a tu lado yo pude superarlo.

Compartiste conmigo la bebida
y hasta el beso, pues supe combrobarlo,
y me diste despacio la comida
y también tu cariño para amarlo.

Pero ahora me evitas y rehuyes
y hasta cambias de acera indiferente.
Yo no sé que ha pasado en estas fechas
ni tampoco por qué te disminuyes.
Has estado y estás, siempre presente,
en la diana y el centro de mis flechas.

Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/12

YO SÉ BIEN QUE CUPIDO ES UTOPÍA...


II

Yo sé bien que Cupido es utopía,
y una imagen que surge del espacio,
entre sueños y gran algarabía,
con el arco y las flechas de topacio.

A nosotros nos llega cada día
su cariño y mensaje muy despacio,
aunque esté en la sonrisa y alegría
escapada del cielo y su palacio.

Es por eso que pienso en el futuro
sin doncella, caballo ni castillo.
Un futuro sin nombre y sin acento
donde pueda inhalar el aire puro.
Una brisa sin yunque ni martillo
que a mis labios los roce con su aliento.

Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/12

ES POSIBLE QUE SE ABRA UNA VENTANA...


III

Es posible que se abra una ventana,
y en la aurora, color de terciopelo,
una estela nos llegue muy lozana
y comience el proceso del deshielo.

¡Cuánta nota, perdida y ya lejana,
volverán con el eco de ese vuelo!,
Hay cristal y también hay porcelana
destrozados por causa del revuelo.

Sin embargo suplico una esperanza,
una gota de amor para un extraño,
un suspiro silente y silencioso,
y un descanso mejor en la bonanza.
Porque quiero tu amor año tras año
y lo quiero en mi pecho candoroso.

Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/12

sábado, 28 de enero de 2012

DETENTE CORAZÓN, DETÉN TU PASO...


I

Detente corazón, detén tu paso,
yo quiero que aminores tu latido,
el tren de mi destino tiene atraso
y debo aprovechar este añadido.

Se acercan las señales del ocaso,
y tengo que plasmar su colorido,
la copa del amor desborda el vaso
y el pecho me reclama el contenido.

Ya sé que tus latidos se aceleran
por culpa del dolor y del recuerdo.
La rabia y el amor continuamente
se mezclan, se confunden y veneran.
El loco del ayer hoy es el cuerdo
que vive por amor eternamente.

Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/12

DETENTE CORAZÓN, NO TENGAS PRISA...


II

Detente corazón, no tengas prisa,
espera la caricia tentadora
del alba con su luz y la sonrisa,
que llega complaciente y seductora.

Recibe el dulce beso de la brisa,
que viene que te abraza y te devora,
la tierna maravilla tan precisa
que baja de los cielos y te adora.

No temas ese miedo tan abstracto
y anima, mientras puedas, tu semblante.
La vida se compone de alegrías,
y todo está sellado en aquel pacto.
Camina con tu paso vacilante,
camina, hasta el final, todos los días.

Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/12

DETENTE CORAZÓN, TOMA MI ABRAZO...


III

Detente corazón, toma mi abrazo,
y busca sin dudar el blando lecho,
Se funde el corazón, se acaba el plazo
y debe descansar sin más mi pecho.

Olvida la tormenta y batacazo
del viejo bergantín, pobre y deshecho,
que vino a descansar con su espinazo
hullendo del amor y del acecho.

Descansa corazón, sueña y descansa,
olvida la pasión y la aventura.
No creas que el amor es insaciable
pues todo corazón late y se cansa.
Amar se debe amar, más con mesura
tratando que ese amor sea impagable.

Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/12

viernes, 27 de enero de 2012

SE PERDIERON TUS BESOS EN EL ALMA...


Se perdieron tus besos en el alma
saturados de polvo y de recuerdos,
nada pudo el intento de tus labios
por tratar de enviármelos de nuevo.

A la vez se perdieron las guitarras
y dejaron sus notas con el eco,
que nos trajo de vuelta a los oídos
el rasgar de las cuerdas por los dedos.

Pero fueron tus besos nuevamente,
en la brisa llegada de los vientos,
los causantes de amor y de alegría
y el latido incesante de mi pecho.

Yo no sé lo que ocultan las guitarras
más allá de la música y los sueños,
pero siento que el alma me palpita
como astilla crujiendo por el fuego.

Es posible que sea la nostalgia,
el placer de la noche y de los besos,
la que llene de lágrimas mis ojos
al mirar las estrellas de los cielos.

Más los besos sin patria no regresan
a pesar de buscarlos y quererlos,
porque fueron perdidos para siempre
y enviados al mundo de lo eterno.

Se fundieron tus besos en el alma
y el amor, marchitado, fue con ellos,
a vagar por el mundo de las sombras
mendigando el cariño verdadero.

Un amor de silencio y sin palabras,
de miradas veladas y deseos,
con suspiros surgidos en los labios
y la sed angustiosa del sediento.

Unos dedos que templan la guitarra
y la arrancan sonidos tan sinceros,
para hacer que las almas se estremezcan
y que vuelvan los sueños a los versos.

Estos versos nacidos de retales,
que en el alma quedaron y durmieron,
ahora esperan los labios impacientes
que a los mismos despierten de su sueño.

Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/12

PASAN LOS DÍAS...


Pasan los días y se pueblan los bosques
con sus troncos.
Figuras envueltas en la niebla
que van quedando descolgadas
entre el musgo de los días,
con la niebla del pasado,
en la espera de unas tardes venideras
en que lleguen las palomas y las aves
con sus cantos.


Se desgrana lentamente el calendario
y se tachan las fechas con un aspa,
en esa cuenta atrás hacia la nada,
sin saber que ese tiempo descontado
es el nuestro,
el que nos queda
ó quizás el que no hemos sabido
consumir correctamente.


Pienso que no debo pensar
y sí dejar que floten los recuerdos
y los sueños,
que se llenen de esperanzas e ilusiones
los proyectos de mi alma,
y que busque mi mirada los latidos
de los astros en la noche
y esa capa del rocío que nos viene de los cielos
se deslice entre mis dedos.


Tengo frío y me estremezco al recordarlo.
Tengo hambre y tengo miedo, quizás sueño,
como tuve de pequeño, siendo niño.


Pero tengo la palabra retendida en tantos versos
que preciso de su risa contenida,
de la dulce maravilla de sus notas celestiales,
de esa música celeste
con su ritmo tan preciso
como el canto de los mares y las olas.


Son mis versos y palabras,
son mis letras y poemas,
es mi vida la que pasa
y la que queda en el cuaderno,
es un trozo desnudado de mi alma
que confiesa sus pecados.


Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/12

HOY LOS VERSOS SE HAN DORMIDO...


Hoy los versos se han dormido con la helada
y se estiran perezosos por el parque.
Hay en ellos una nota de blancura
que suplica y que reclama,
una mano que los tome entre sus dedos,
unos ojos que los busquen y los lean,
un oído que se acerque a sus latidos
y unos labios que los tomen y los besen.


Yo me acerco hasta su lado
temeroso respetando su silencio,
y los miro como un niño expectante y asustado.
Tengo miedo de esos versos
que despiertan de la nada de los sueños,
tengo miedo de sus letras
y que digan tantas cosas que han pasado,
tengo miedo que revuelvan los rincones
de mi alma con sus notas invisibles
y me traigan a personas que pasaron por mi vida,
tengo miedo a respirar su propio aire
y convertirme, sin querer, en una hermosa mariposa
y que ahora quiera descubrir su propia vida
y volar, ¡volar sin pausa ni descanso!
hasta llegar a los confines de la tierra
más remotos.


Sin embargo son los versos de mi vida,
son los sueños retenidos en el pecho,
son suspiros y susurros apagados
que despiertan con el alba
y reclaman eso beso de la brisa;
es el alma la que grita y la que pide,
a través de tantas letras,
que amanecen con la brisa de la escarcha...


Rafael Sánchez Ortega ©
25/01/12

OS TENGO DE FRENTE...


(A María, no como una despedida,
sino como muestra de cariño y amistad
por su granito de arena con nosotros)

Os tengo de frente,
Felipe y Mafalda,
María está triste
pensando en su marcha.

Se marcha y nos deja
restando una lágrima,
secando los ojos
cual niños sin ama.

Nos deja su mazo
y en él la palabra,
se quedan los libros
callados, sin habla.

Nos deja María
su risa templada,
también su trabajo
su voz y palabra.

Aquí nos quedamos
curando esa falta,
la ausencia preciosa
que deja su marcha.

María bonita
el tiempo te manda,
un poco más lejos
a dar tu mirada.

Mirada de niña,
de esposa temprana
de madre sin precio
de amiga sin tacha.

Quizás los Talleres
acusen tu falta,
quizás la sonrisa
que tú nos mostrabas.

Más no tengas miedo
amiga preclara,
aquí nos quedamos
cantando una nana.

"María bonita,
prosigue tu marcha,
por mar y por tierra
la biblio te llama.

Te llaman sus libros
las letras en calma,
la sed de los sueños
durmiendo en las baldas.

Te esperan amigos
quizás sin palabras,
que buscan tus ojos
tu risa y tu alma"

Rafael Sánchez Ortega ©
25/01/12

jueves, 26 de enero de 2012

RESPETA, SI ES POSIBLE, MI SILENCIO...


Respeta, si es posible, mi silencio
y deja que se duerman tus palabras,
no busques de mis labios que te digan
aquello que tú piensas y reclamas.

Cóncedeme el derecho del silencio
marcado por el tiempo y la distancia,
no mires a mis labios temblorosos
tratando de saber eso que callan.

La vida se compone de momentos,
instantes que se viven y se pasan,
en ellos se suceden muchas cosas
algunas no tan buenas y otras malas.

No busques el silencio en los rincones
ni trates de encontrar sus telarañas,
seguro que en tu vida tú las tienes
ocultas tras las puertas de tu alma.

Por eso yo te invito a que me sigas
y escuches a las olas en la playa,
en esa melodía silenciosa
que forman las mareas y resacas.

Seguro que allí encuentras lo que buscas
cubierto del salitre de las algas,
la eterna sensación de los ausentes
y el dulce escalofrío del que ama.

Preguntas retenidas en el pecho,
suspiros de los labios que temblaban,
susurros silenciosos en la noche
marchando a las estrellas y la nada.

No puedes comprender que mi silencio
es fruto del otoño y de la escarcha,
quizás por no haber visto en el camino
la rosa del verano marchitada.

¡La rosa con sus pétalos granates,
la rosa con candor que tanto amaba!
...La rosa que cortada por mis dedos
un día ya lejano te entregara.

La vida se compone de fragmentos,
pequeñas partituras sin escalas
sonidos que discurren y se pierden,
cual notas por el aire desoladas.

No puedo yo pedir de ese concierto
respuesta a los violines y las arpas,
tampoco a la batuta que interpreta
el tierno escalofrío de esa danza.

"...Por eso yo te pido ese respeto
dejando que el silencio duerma en calma,
ajeno a las respuestas que le exigen
tus labios a mis labios sin palabras..."

Rafael Sánchez Ortega ©
26/01/12

miércoles, 25 de enero de 2012

DICEN QUE LLORAN LAS ROSAS...


Dicen que lloran las rosas
tras conocer esa estampa,
pero yo sé que sonríen
y que en el pecho las guarda.

Vuelan alondras y mirlos
por la templada mañana,
vienen cargados de sueño
para dormir en la plaza.

Sueñan con bosques frondosos
de las montañas lejanas,
donde los robles suspiran
y donde cantan las hayas.

Pero las rosas precoces
son esas rosas tempranas,
las que temblando susurran
entre mil gotas de agua.

Porque su llanto es templado
y su sonrisa galana,
llena de gracia y ternura
desde el rosal en que manan.

Quiero esas rosas que lloran
para secarles el alma,
para aliviarles las penas
con el jazmín y la jara.

Dicen que lloran los niños
cuando les dejan las hadas,
porque se olvidan de rosas
para acudir a la playa.

Puede que sean los mares,
con sus olitas tan blancas,
las que lesionen los ojos
de nuestros niños del alma.

Pero la rosa más firme,
esa que brilla y nos llama,
es la que guardan los labios
de una boquita encantada.

Dicen que lloran los hombres
y que destilan escarcha,
más una nube del cielo,
llega, les seca y abraza.

Lloran los hombres y rosas
en incansable fontana,
hasta que cierran los grifos
y el alma y pétalos calman.

Porque los hombres son niños
y como niños descansan,
van hacia Dios en sus sueños
y él los sonríe y los ama.

Rafael Sánchez Ortega ©
25/01/12

martes, 24 de enero de 2012

MANDÉ MIS BESOS AL VIENTO...


Mandé mis besos al viento
y el eco me los volvía,
solos, temblando de frío
y hasta carentes de vida.

Iban a ti aquellos besos,
para rozar tus pupilas,
pero no vieron tus ojos
lo que mis labios pedían.

Fueron a ti mendigando
una limosna y caricia,
pero volviste tu rostro
y me enviaste a la brisa.

Brisa de invierno que vienes
desde ese mar a mi villa,
deja que vayan mis besos
hasta encontrar a su cita.

Y cuando encuentren el labio
besen el mismo sin prisa,
para cerrar a los ojos
de la carita tan linda.

Mandé mis besos al viento
una mañana tranquila,
cuando soplaba el nordeste
y la marea subía.

Pero mis besos volvieron
con la resaca y restinga,
y junto a mi se quedaron
cosidos en la retina.

Sentí un dolor en el pecho
y una lágrima furtiva
bajó presta de los ojos
por la cara a mi barbilla.

Ya no tenía palabras,
solo aquel eco sin tinta,
pero quería mi beso
que el viento vuelve sin firma.

Y me quedé contemplando
a las estrellas de día,
en medio del desconcierto
y el recuerdo de tu risa.

"...Mandé mis besos al viento
y el viento no los quería,
quería solo un poema
y no un beso en la mejilla..."

Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/12

lunes, 23 de enero de 2012

SI MIRAS TU RELOJ A CADA INSTANTE...


Si miras tu reloj a cada instante
es fácil que te olvides de la hora,
del tiempo ya pasado y transcurrido
y puede que del pobre y la limosna.

Los besos no se cuenta por el tiempo
y menos con los labios de la boca,
tampoco con los dedos de la mano
que torpes e indolentes se alborotan.

Entonces encomiéndate a los cielos
y busca en las estrellas las antorchas,
los faros que iluminen tu camino
y el puerto que te abrigue de las olas.

Olvida los relojes y cadenas
que muestras sus esferas luminosas,
sonríe si señalan los segundos,
la nota de tu vida es la que importa.

Si miras tu reloj a cada instante
seguro cogerás una congoja,
el tiempo que se pasa ya no vuelve
y el tiempo que te queda ya se agota.

Por eso busca arriba, en las estrellas,
el dulce balbuceo de las rosas,
el sueño de los lirios inocentes
y el vuelo singular de la gaviota.

Y busca si es preciso por la tierra
la llama que se apaga en la farola,
y sopla en sus rescoldos todavía
tratando que prolonguen su modorra.

No creas que la vida se detiene
mirando tu reloj, hora tras horas,
la vida continúa y no se para
y nada la acelera ni la borra.

"...Si miras tu reloj a cada instante
olvida tu caballo y las alforjas,
olvida tus poemas y tus versos
y busca entre las sombras la derrota..."

Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/12

domingo, 22 de enero de 2012

RECORRERÁN MIS DEDOS A TUS SENOS...


Recorrerán mis dedos a tus senos
para dejar en ellos lo que escribo,
y allí se guardarán eternamente
las letras impacientes y guarismos.

Mi cuerpo temblará mientras lo hago
y tus labios también, mientras te admiro,
rendido de emoción ante la sangre
y el corazón que emite esos latidos.

Pero es tu corazón sencillamente
y tus senos fervientes los que ansío,
para dejar en ellos la respuesta
en forma de renglones retorcidos.

Tú sentirás el roce de los dedos
y en ellos el candor y mi cariño,
la lava del volcán de mis entrañas
y acaso, si me apuras, el delirio.

Más guiaré mi mano en esos versos
cual capitán que surca el infinito,
en medio de las olas de los mares,
sin barca ni compás, sólo contigo.

No temeré borrascas ni derrota,
tampoco a las galernas y los fríos,
pues llevaré mis dedos por tu senos
arrancando a tus labios mil suspiros.

Y cuando ya supliques que me pare
te miraré, como te mira un niño,
y cerraré los ojos simplemente
para besar tus senos tan divinos.

Luego retornaré hacia los bosques,
en sueño singular bajo los pinos,
sintiendo los latidos de tu pecho
temblando de emoción como unos lirios.

Y quedarán los versos de mis dedos
en tus senos grabados y esculpidos,
sin letras ni palabras que los citen,
más sí en tu corazón, unido al mío.

Rafael Sánchez Ortega ©
22/01/12

sábado, 21 de enero de 2012

NO CEÑIRÁN TUS SIENES LA CORONA...


No ceñirán tus sienes la corona
ni el laurel de los dioses del Olimpo,
si acaso la ceniza de un pasado
que yace sepultada en el olvido.

Porque tú, soñador impenitente,
pasabas muchas horas con los libros,
igual que Don Quijote de la Mancha
luchando y peleando con molinos.

Creías que la vida era un paseo
en busca del ansiado paraíso,
mirando por la noche a las estrellas,
y al sol durante el día con cariño.

Pensabas en querer a una princesa
y juntos conquistar el infinito,
tener entre tus letras el regalo
del cuento, el caballero y el castillo.

Más todo terminó en un momento
y el tiempo de la infancia está marchito,
no vuelan mariposas por el campo
ni brotan los rosales del espino.

Quedaron sepultados los recuerdos
al lado del ciprés con tus latidos,
y allí se confundieron con el aire,
palabras susurradas y suspiros.

No pidas ya limosna por el tiempo;
el tiempo se ha parado y detenido
se escuchan los clarines que reclaman
diciendo que te acerques con sigilo.

Te tienes que marchar, y soy consciente,
tus pasos marcharán a otro camino,
dejando tras de ti ligeras huellas
que el viento borrará con tu destino.

"...No ceñirán tus sienes la corona
ni en los versos tu nombre estará escrito,
te quedarás por siempre en el silencio
muriendo por amor, y no de frío..."

Rafael Sánchez Ortega ©
21/01/12

viernes, 20 de enero de 2012

RECHAZO LO QUE HACEN LOS COBARDES...


Rechazo lo que hacen los cobardes
ocultos tras su máscara de barro,
la eterna hipocresía de su vida,
la falta de valor para intentarlo.

Quizás en esa imagen deplorable
se crean caballeros sin caballo,
Quijotes demostrando su valía,
tapando sus carencias como enanos.

Se escudan en palabras y poemas,
y acusan a inocentes agraciados
que escriben más allá de sus ideas
buscando poesía a cada rato.

No saben superar a las envidias
creyendo que su ego está tocado,
más nadie les contempla y les observa
y obtienen el silencio por regalo.

Se inventan hipotéticas historias
allí, donde su amor ha fracasado,
y creen que la palabra que les dicen
responde al sentimiento por su paso.

Se mienten como nunca se han mentido
y acusan de mentir en un amaño,
causando gran dolor con sus mentiras
cambiando sentimientos por pecados.

¡Qué triste soledad la del cobarde
que vive sin vivir, por hacer daño,
y muere en su agonía lentamente
sufriendo el egoísmo que ha inculcado!

Yo creo que el amor es poesía
y existen los poetas muy bizarros,
aquellos que se fijan en la vida
y escriben en sus versos a destajo.

Escriben con renglones muy torcidos,
son dioses de un Olimpo destronados,
personas tan sensibles y exquisitas
que enjuagan en sus letras tanto llanto.

Sus lágrimas no saben de colores
y salen cada día trazo a trazo,
nos dejan sentimientos de las almas
y el grito de las mismas desgarrado...

"...Rechazo lo que hacen los cobardes
y quiero despreciarles su fracaso,
y a ti, linda poeta que ahora lloras
un beso en esta noche yo te mando..."

Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/12

jueves, 19 de enero de 2012

VUELVO A TI, CIUDAD RECUERDO...


Vuelvo a ti, Ciudad Recuerdo,
a saciarme de tus calles,
a buscar esas fontanas
escondidas en los parques.

Quiero ver a las ardillas
ascendiendo por los árboles,
y observar a las parejas
en los bancos por la tarde.

Quiero ver esos recuerdos,
esos ratos memorables,
y sentir que aquel pasado
sigue vivo y palpitante.

Quiero verte a ti, mi vida,
la Ciudad de las ciudades,
con tu plaza plateresca
y tus altas catedrales.

De tu nombre no me olvido,
ni tu estampa tan amable,
dos figuras y un recuerdo
en un tiempo memorable.

Porque el tiempo se detuvo
y el reloj paró un instante,
para ser, Ciudad Recuerdo,
el latido de mi sangre.

Aún recuerdo los claveles
y también a los rosales,
que miramos y tocamos
como niños en la clase.

Embriagados de promesas
paseamos junto al aire
por la orilla de aquel río
tras las huellas de su cauce.

Y cruzamos por los puentes
con los ojos singulares
y soñamos como niños
de un futuro más amable.

Hoy, que todo es poesía,
yo retorno con saudades,
a ese tiempo, que es pasado,
y he vivido como nadie.

"...Vuelvo a ti, Ciudad Recuerdo,
y no quiero me rechaces,
porque vengo con mis sueños
de aquel niño que tú amaste..."

Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/12