domingo, 22 de septiembre de 2019

ENTRE LAS SOMBRAS...



Entre las sombras
se buscan utopías
y muchos sueños.

Algunas nacen
en medio de las nieblas
y de las brumas.

Otros se esconden
y quedan retenidos
en las pupilas.

Pero los hombres,
que buscan nuevos sueños,
no se conforman.

Quieren aquellos
que aporten novedades,
sin cicatrices.

Los que contengan
sonrisas a raudales
con vino y rosas.

Solo los niños
aceptan, de las sombras,
sus fantasías.

En ellas duermen,
descansan y sonríen,
pues son felices.

¡Qué bella imagen,
del niño, en un regazo,
que es invisible!

Rafael Sánchez Ortega ©
08/09/19

20 comentarios:

  1. Los niños tiene la mente abierta, por eso aceptan y están en el presente.
    Buscamos nuevos sueños donde todo sea idílico. La vida nos da una de cal y otra de arena.

    Abrazos, Rafael.

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  2. La inocencia de un niño hace de su existencia un lugar sin estructuras que lo limiten. Lo mejor de ser adulto es darle la mano al niño o niña que llevamos dentro.
    Bello tema y versos amigo.
    Besos.
    Paty.

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  3. Si todos tuviésemos esa inocencia...
    Besos.

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  4. Sin duda una de las mejores etapas de nuestra vida es la niñez con esa inocencia que todo niño deba dentro de él ...Un poema lleno de alegría y destellos de esos niños que fuimos y seguimos siendo a nuestra manera .
    Una feliz noche .

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  5. Nadie como un niño para disfrutar del presente del día a día. ¡Que hermosura!
    Feliz semana Rafael.

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  6. Las sombras existen cuando nos hacemos adultos... la luz de los niños es admirable, sus sueños alimento y vida. Por eso es necesario mirar al niño que un día fuimos, amigo Rafael. Es precioso el último verso.

    Mil besitos en la noche, y feliz entrada de otoño.

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  7. Muy bonitas son las imágenes que tú nos regalas con tus versos.
    Agradecida siempre de pasar y leerte. Besos.

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  8. Las imágenes de tu poema lo dicen todo, gracias.
    Abrazo

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  9. Ojalá la inocencia nos siguiera llenando el corazón. Un poema muy bueno.

    Un abrazo

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  10. Los niños viven el instante. Los adultos nos pasamos media vida añorando lo que no tenemos olvidándonos de lo que ya tenemos.

    Precioso poema, Rafael.

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