En zapatillas
bajaste hasta el paseo
aquella tarde.
Y conseguiste
un banco de la esquina
mirando al mar.
Allí posaste
las nalgas ya cansadas
y entumecidas.
Buscabas paz,
un alto en el camino
del largo otoño.
Y conseguiste
el beso de la brisa
con sus suspiros.
Cerca, la playa,
mostraba a la resaca
con mansas olas.
¡Qué bella imagen
veía a tus pupilas
con mil recuerdos!
Y así durmieron
tus sueños en la tarde
un día más.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/07/22
Tierno y gráfico poema, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la mañana.
Gracias por tu comentario Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Un poema que es una fotografía de una niña, el mar y el poeta.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias por ver esa foto María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Mirando al mar soñé...y ya no sigo , una canción se asemeja tanto al poema que podemos leerlo y cantarlo . Un abrazo, feliz viernes.
ResponderEliminarSigamos soñando entonces, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Ternura ❤❤👏🏼👏🏼
ResponderEliminarGracias Galilea.
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