La vida nos ofrece
sorpresas cada día,
en unas caras tristes
y en otras de alegría.
Hay nubes que amanecen
con gracia y colorido,
y hay cielos que se empañan
y lloran de corrido.
Por eso hay que tomar
del día paz y calma,
obviando las tensiones
y nervios para el alma.
Veamos en las flores
la luz y la belleza,
y amemos ese encanto,
deprisa y sin pereza.
Seamos como el niño
que busca su juguete,
y cede a los amigos
un sitio en el banquete.
Los juegos se comparten
y hay mundos paralelos,
el mundo de la infancia
que mira hacia los cielos.
Seamos como el niño
que busca en su inocencia,
la esencia de la vida
a base de paciencia.
Paciencia, mal llamada,
con prisas de la infancia,
y verbos juveniles
de apenas importancia.
En fin, que en estos versos,
hoy dejo la locura,
la brújula se pierde
en nueva singladura.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/25
Cada día es uno más para el final
ResponderEliminarBuen finde
Cierto Eli.
EliminarFeliz fin de semana.
La vida siempre nos da más, así aprendemos a conocernos muy de cerca. Los niños son tan bellos e inocentes que deberíamos ser como ellos siempre, muy bello.
ResponderEliminarAbrazo
FELIZ AÑO NUEVO RAFAEL!!
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo y Feliz Año.
La vida nos ofrece todo cada día, sí.
ResponderEliminarTanta prisa y agobio. Pero también los momentos de belleza y serenidad. Tenemos que parar y disfrutar.
Abrazo, Rafael.
Gracias por tus palabras y comentarios de Hoy, Verónica.
EliminarAbrazo y feliz semana.
La vida te da, te quita y sigue su curso. Un abrazo
ResponderEliminarCierto Nuria.
EliminarAbrazo.
Cada día empieza la vida y es bueno valorar lo bueno y lo menos bueno...Lo cierto es que seguimos aprendiendo, porque todo tiene su orden y su sentido, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y gradecido por tus buenas letras.
Abiertos a la vida...
ResponderEliminar👏🏼