Recuerdo tus ojos
mirando a lo lejos,
buscando en la noche
la aldea en silencio.
¡Qué días felices
pasados, y llenos,
de tierna utopía
y un fondo de sueños!
Soñamos, entonces,
cual niños pequeños,
en besos y abrazos
de labios maternos.
Un mundo distinto
llevábamos dentro,
susurros, al alma,
dejaban los cielos.
Suspiros divinos
de gnomos y elfos,
mezclados y juntos
de biblias y cuentos.
Bendita inocencia
vivida sin miedos,
jugando y ansiando
crecer y ser buenos.
Recuerdo que, un día,
junimos los dedos,
y atamos la manos
con un lazo eterno.
Y entonces, contigo,
surgieron los versos,
del lindo poema
de un mundo risueño.
Y fuimos felices,
amando, en silencio,
los días y noches
que luego vinieron.
Te amé, vida mía,
te dije ""te quiero",
y tú, sin palabras,
me diste aquel beso.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/25
Bello poema pleno de recuerdos.
ResponderEliminarbuen fin de semana.
Gracias María Rosa.
EliminarAbrazos
La nostalgia de ese encuentro, dejando eso ojos para el recuerdo. Muy bello.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
No hacemn falta las palabras que decir te quiero.
ResponderEliminarUnos versos vestidos de nostálgia.
Feliz finde Rafael.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz finde.