Suelo mojado
por culpa de la lluvia
en la mañana.
Día de sol
que asoma entre las nubes
tímidamente.
Suspira el campo
en medio del invierno,
y en este enero.
También el hombre
suspira y mira al cielo
en ese instante.
Está cansado
y empieza un nuevo día
aunque lloviendo.
Cierra los ojos,
la vida continúa,
no piensa nada.
Hay sol y lluvia
juntándose, a la vista,
como en un baile.
Surge una idea,
los versos dan comienzo
para un poema.
Y así, sin más,
las letras cobran forma
y van a ti.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/25
Realmente, as palavras surgem conforme o tempo...
ResponderEliminarUm abraço, Poeta amigo.
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Gracias Majo.
EliminarUn abrazo.
Una pareja muy especial...el sol y la lluvia, ambos tan necesarios para la vida...Ojalá no nos falten nunca, Rafael...Hermoso e inspirador poema, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Gracias María Jesús, ojalá sea como dices.
EliminarUn abrazo en la tarde.
No falta de nada y si falta algo es el arco iris que saldrá después de la lluvia con ese sol radiante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Amo la lluvia, tan necesaria y por aquí ya tan escasa.
ResponderEliminarLluvia y sol. La luz del sol aguada, preciosa.
Abrazo, Rafael.