"Cuídate un poco",
dijiste, sin palabras,
aquella tarde.
"Hazlo por mi,
te quiero y necesito,
siempre a mi lado"
Y me marché,
al mundo que buscaba
mi fantasía.
Era consciente,
y tú ya lo sabías,
del largo adiós.
Por una parte
rompía las cadenas.
¡Quería marchar!
Por otro lado
sabía que ese viaje
sería largo.
Que romperían
el tiempo y el silencio
los sentimientos.
Que los cristales
un día llorarían
con tu mirada.
Y que la mía,
temblando buscaría
la luz perdida.
"Cuídate mucho",
también yo repetía,
y no me olvides.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/02/25
Que bonito y cuanto amor en esas palabras, a veces decir adiós es dejar libertad a la persona amada. Un abrazo, Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
¡¡Bello poema!!
ResponderEliminarUn recuerdo, de esos que guardan palabras inolvidables-
mariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafael, palabras quizá un poquito duras pero llenas de amor, asi son las despedidas pero los buenos recuerdos siempre afloran a flor de piel. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Merce
EliminarUn abrazo.
Esas palabras marcando un final compartido y asumido. Que siempre tras cada adiós haya un mimo, un bello recuerdo, una bella mirada... para regresar.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarAbrazo.