Voy a mirar
las nubes en el cielo.
Hay viento sur.
De esta manera
su forma es caprichosa
y blanquecina.
Sobre el azul
profundo de los cielos,
ellas se estiran.
Dejan siluetas
de nieve y algodones
con mil dibujos.
Brillan los ojos
y escapan los suspiros
del labio inquieto.
Surge la magia,
repleta de utopías,
entre las nubes.
Tras ellas buscas
la noche y las estrellas
en pleno día.
Pero sonríes
y escuchas los latidos
del corazón.
Es ese mismo,
el tuyo, el que recoge
este regalo.
Porque al mirar
recibes de los cielos
este regalo.
Hoy ves las nubes,
de noche a las estrellas,
que dan Amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/11/25

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