domingo, 16 de febrero de 2014

ERA ANCIANA...



 
Era anciana la campana de la iglesia

que tocaba en los domingos a la misa,

despertando las pasiones más diversas

y avivando los rescoldos y cenizas.



Porque el fuego sigue fiel en la conciencia

con las llamas temblorosas que suspiran,

y que elevan la mirada a las estrellas

en la noche singular y tan precisa.



Era anciana nuestra encina tan coqueta,

con su porte bonachón de cada día,

y aquel aire juvenil, sin entelequias,

que auspiciaba los placeres de la vida.



Porque el roble y el ciprés están con ella,

en el bosque donde surge la sonrisa,

donde buscan los venados la pradera

y las hadas, con su magia, resucitan.



Era anciana la ilusión de la caverna

que intentaba reflejar una caricia

y con ella rescatar a la silueta

de la vida, y en la forma más sencilla.



Porque así lo deseaban los profetas,

pensadores de profundas teologías

que ilustraban de razones las aceras

y las plazas encendiendo una cerilla.



Era anciana la mirada de la tierra

que extendía hasta nosotros sus pupilas,

en un acto generoso y de novela,

pretendiendo convertirse en nuestra amiga.



Porque el polvo de la misma está muy cerca

y nacemos y morimos cual semillas,

en la tierra solitaria y entreabierta

donde un día crecerán las margaritas.



Era anciana la figura tan perfecta

que dejaba sus facciones a la brisa,

como playa que se expone a las mareas

y a ese soplo del nordeste y la folía.



Porque el negro de su ropa soñolienta,

tiene huellas de dolores y de risas,

y su alma juvenil, que aún se conserva,

va debajo de ese cuerpo que marchita.



Era anciana la palabra del poema

que aquel niño recitaba tan deprisa,

como nota sugerente y de belleza

que algún ángel le prendió de su cortina.



Porque el niño susurraba pieza a pieza,

cada verso encadenado y cada rima

con la gracia tan sutil, con que el poeta,

concibió para crear sus poesías.



Y es así la ancianidad, de esta manera,

un conjunto de palabras asumidas

de la dura antigüedad que nos rodea

y su esencia que nos llega todavía.



Rafael Sánchez Ortega ©

10/02/14

30 comentarios:

  1. Qué de cosas se han visto con el tiempo, los años ofrecen sabiduría a quién sabe aprender de la experiencia, me gusta :)
    Un besito Rafael

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    1. Gracias Vany To, me alegra de que te gusten estos versos.
      Un besito.

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  2. Bien que andes por aquí :)
    me llevo tu enlace (prestado claro)
    otro besito

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  3. Esa ancianidad que nos rodea no es más que camino recorrido, crecimiento interno...
    Un beso Rafael.

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    1. Sí, Luján, así la veo yo también.
      Un beso y feliz domingo.

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  4. era anciana , tantas cosas que aprender, tantos recuerdos ...
    tu poema muy inspirador

    feliz dia Rafael, besitos

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    1. Gracias por verlo así Cora.
      Besitos y un feliz domingo.

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  5. YO te deseo entre tus viejas rimas pero hermosas feliz domingo
    un abrazo
    Marina

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    1. Gracias por tu comentario Marina.
      Un abrazo y feliz domingo también para ti.

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  6. aún en la ancianidad se aprenden cosas nuevas
    claro que no siempre los ancianos están dispuestos a aprender

    buen comienzo de semana Rafael
    abrazos

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  7. Tienes toda la razón con tu comentario y reflexión Ely, pero ya sabes como son los ancianos, casi igual que niños.
    Un abrazo y feliz comienzo de semana.

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    1. sabes que el geriatra de mi padre una vez me dijo, -eso de pensar que los ancianos son como niños es un error del porte de un rascacielos- ,los ancianos podrán tener menos movimientos, presentar cronicidad médica , no controlar esfinter, pero mentalmente no dejan de ser adultos a menos que tengan demencia senil o alzheimer cosa que los invalida, pero nunca se vuelve a ser niños aunque algunos lo aparenten jajaja

      abrazos

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    2. Ya sé que es una utopía Ely, (en el buen sentido de la palabra). Creo que cada edad tiene su "verano azul" y no podía ser menos la "ancianidad", igual que la "niñez". También es fácil, y de suyo se usa mucho, esa comparación para llevar el alma del niño al anciano y tratar de influir más en el lector. Quizás abusamos de ella y no es bueno, pero... La pregunta es: ¿no seguimos siendo niños, en el fondo, a pesar de ser adultos?
      Un abrazo en la noche querida amiga.

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  8. Es tan bonito como dices...

    Es un compendio de experiencia y sabiduría...

    Muchos besos

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    1. Sí, Misterio, verdaderamente es así de hermoso.
      Un beso.

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  9. El Mundo, la Humanidad, la Vida, son ancianas y todo los conocimientos actuales nos llegan a través de la cadena del tiempo.
    Un abrazo.

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    1. Cierto Fanny y creo que todos estamos ahí de acuerdo.
      Un abrazo en la noche.

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  10. La ancianidad siempre trae enseñanzas.

    (...) y su esencia que nos llega todavía.

    Si no nos llega, algo debemos preguntarnos.

    Saludos Rafael, te felicito por le poema

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    1. Es cierto que si no nos llega esa "esencia" es quizás porque algo estamos haciendo y no en la dirección correcta Verónica.
      Un abrazo y gracias por tu comentario.

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  11. La experiencia del camino recorrido es lo que da sentido a nuestra vida y va conformando nuestro particular equipaje.
    Hermoso y conmovedor poema.
    Vengo del blog de Aniagua y me ha cautivado tu sensibilidad para escribir poesía. Es por ello que, con tu permiso, me quedo en él para seguir deleitándome con tu trabajo.

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    1. Gracias por tu visita y comentario María José. Eres bienvenida y por supuesto, la puerta está abierta para cuando quieras regresar.
      Un abrazo en la noche.

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  12. Era anciana que cuantas
    veses habrá dejado, cuantos momentos
    vividos, cuanto por aprender..
    La vida nos va dejando huellas
    y de esta aprendemos seguro..

    Besos Rafael.

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    1. Son esas huellas que dices las que tenemos que seguir siempre Mary, no lo dudes.
      Besos en la noche.

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  13. Rafael fantástico!!!! lo primero decirte magistral estos cuartetos bellamente versados esa melodía ritmica y luego son versos profundos de reflexión esas huellas imborrables !! te quedó lindo un abrazo desde mi brillo del mar

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    1. Gracias por tu presencia siempre y comentario Bea.
      Un abrazo desde el Cantábrico.

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  14. Me gusta esa mirada, que descubre en las cosas y en las personas la sabiduría del tiempo y la experiencia vivida...Necesitamos la "ancianidad"para que nos siga recordando, como la campana, la pasión de la vida, el rescoldo y la ceniza...La esencia de la vida y del sentimiento...amigo.
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu inspiración contante y buen hacer, Rafael.
    M.Jesús

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    1. Una vez más gracias M.ªJesús por tu comentario y estas letras donde dejas tu opinión tan acertada.
      Un abrazo en la noche.

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  15. Tus últimos versos me hacen pensar en un sentimiento que, aunque “anciano” aún perdura y duele, guardado en una tierna metáfora.
    Muy bueno!!
    Cariños...

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    1. Cierto Oriana, puede decirse así como tú dejas en el comentario.
      Un abrazo en la noche.

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