martes, 8 de enero de 2019

PALABRAS ATRAPADAS...



Sin darme cuenta mis pasos se encaminaron hacia el viejo desván de la casa de Luis. Él me había hablado muchas veces de su tío Ignacio, de la afición que éste tenía a la lectura y que también había dedicado ratos y momentos a la escritura, pero que nadie sabía de ella y si se trataba de trabajos de historia, ensayos de pensamiento, relatos de la vida diaria o colaboraciones en revistas y periódicos.

Ignoro cómo pudo suceder, pero desde que oí hablar a Luis de su tío la figura de este cobró una dimensión en mi pensamiento, hasta entonces desconocida. Quise saber de él y le pregunté a mis padres, y también a los suyos, pero nada nuevo aportaron con sus respuestas. Parecía como si una nube de silencio cubriera a este personaje.

Una tarde que estaba con Luis, en su casa, subimos al desván para llevar unas cajas llenas de prendas inservibles que esperarían allí, hasta encontrar su destino. Cuando nos salíamos me fijé en una mesa escritorio y un armario de madera en un rincón del desván. Luis, al darse cuenta me dijo que aquellos muebles habían pertenecido a su tío y que los habían subido de su habitación cuando sufrió el accidente que le costó la vida.

Me hubiera gustado seguir y abrir aquellas puertas y cajones tan misteriosos y que tanto llamaban mi atención, pero teníamos que bajar ya que nos esperaban para merendar. Sin embargo, en mi fuero interno, me dije que tenía que volver, que debía mirar y buscar entre esos muebles intentando encontrar la huella de ese personaje casi desconocido de su tío.

Días más tarde volví a merendar, con Luis, a su casa. Solíamos intercambiarnos la ayuda en los deberes y compartíamos momentos como esos. En un descanso le dije que, si podía subir al desván, ya que algo había llamado mi atención el otro día y que me gustaría mirar aquel rincón misterioso donde se encontraban la mesa y el armario de su tío. Él me dijo que subiera que luego me acompañaría pero que seguramente me iba a llevar una desilusión y que lo más probable es que me llenaría de hollín.

Subí y me acerqué, en silencio, a ese rincón tan especial. La mesa escritorio tenía varias carpetas y también el armario. Abrí algunas y vi libretas y folios escritos con una letra firme y segura. Había escritos con cuentos, relatos, narraciones, incluso algunos poemas. Pero me llamó la atención otra carpeta diferente y más nueva, quizás por su color y el aspecto de sus gomas. Al abrirla me latía el corazón de una manera intensa, como si estuviera a punto de conocer algún secreto impensable. Dentro había una libreta escrita en su totalidad con un título en su primera página: “Palabras atrapadas”. Sus primeros versos decían así: 

“Cuando el amor te atrapa/un rayo se detiene/un instante sin luz/que supera a la muerte”

Cerré los ojos y lancé un suspiro: “¡Palabras atrapadas…!”, ahora entendí que estaba ante los versos de un poeta.

Rafael Sánchez Ortega ©
03/01/19

17 comentarios:

  1. ahhh muchos aplausos, me encantó, tremendo, muy buen relato Rafael, un abrazo!

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  2. Me ha gustado este gran relato, me gusta la forma que le has dado.
    Ese poeta está en todas partes.Un final genial.
    Feliz día Rafael.
    Un abrazo

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    1. Es que la poesía está en todas partes Carmen, no lo dudes.
      Un abrazo.

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  3. Que lindo texto me encanto la manera de descubrir al poeta en esa carpeta y esas palabras atrapadas..
    Enhorabuena amigo .
    Feliz semana.

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    1. Gracias por tus palabras Campirela.
      Un abrazo y feliz semana.

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  4. Precioso!!Yo hubiera sido también feliz mirando ese desván
    Cuánto esconden las buhardillas que ni siquiera hemos podido disfrutar
    Los versos...dignos de un poeta
    Besucos

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    1. Me ha atraído siempre mirar esos desvanes tan sugerentes de mi tierra, Gó.
      Un abrazo y "besucos"

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  5. Un hermoso y sensible relato que solo un poeta sabría descifrar. Feliz Año Nuevo.
    Abrazo

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    1. Gracias María del Rosario.
      Un abrazo y Feliz Año también para ti.

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  6. A veces las palabras se agazapan silentes sin poder ser pronunciadas, pero laten más allá de todo; son poesía esperando abrazar la luz…

    Hermoso relato, querido amigo. Un placer volver a leerte tras mi pausa navideña.

    Un abrazo grande, y muy feliz año 😘

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  7. Los niños pueden ser poetas maravillosos

    Un abrazo y por muchos niños que sepan escuchar su corazón de poeta

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  8. Y es que el tio Ignacio esperaba tu aparición para que dieras luz a sus poemas, Rafael...Nada es casual, todo tiene su sentido oculto...Bella y misteriosa historia, que a todos nos atrapa.
    Mi abrazo y mi ánimo,amigo.

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    1. Gracias por tus palabras María Jesús.
      Un abrazo en la noche.

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  9. uuufff lo que ella leyó a mi me llego eres tú el que me atrapó a mi con este relato , muy bueno un abrazo desde mi brillo del mar

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