sábado, 29 de junio de 2024

5.881 - UNA TARDE DE OTOÑO...



Una tarde de otoño

me enseñaste unas letras

con tu sangre en la tinta

y me hablaste con ellas.


Me contaste mil cosas

en sus rimas inquietas,

y también me mostraste

la ternura que llevas.


Es tu alma, sin duda,

la que pulsa esas teclas,

la que hace y transforma

a la rima en poema.


Y nacieron suspiros

con sus alas traviesas,

y cerrando los ojos

yo sentí tu presencia.


Me invitaste a tu vuelo

y acepté sin reservas,

y dormí entre tus alas,

muy sutiles, de seda.


Y cruzamos los versos

evitando respuestas,

de preguntas capciosas

por amos al poema.


Y es que nunca lo hablamos,

pero amamos las letras,

y se amaron las almas

de una forma sincera.


Yo temblé, en el silencio,

con mis miedos y penas,

al sentir la penumbra

y temer que te fueras.


Más la luz de la vida

comprendió que el poema,

eran versos y tinta

de la sangre y las venas.


Rafael Sánchez Ortega ©

27/06/24

8 comentarios:

  1. Siempre que te leo,tus poemas traen serenidad,imagenes nitidas,belleza singular.Me encanta!Un abrazo cariñoso!

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  2. Simplemente precioso Rafael. Estás inspirado. Un besote.

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  3. Así se manifiesta el amor a las letras, más aun cuando une almas. Hermosos versos amigo, que evocan situaciones maravillosas. Te mando un abrazo.

    Paty

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  4. El otoño suele ser tiempo de poemas, y nostalgias. Como tu bello poema, siempre es un placer leerte.
    mariarosa

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