No volverán
mis ojos a buscarte,
mi mariposa.
Ni viajaré,
subido entre tus alas,
por los senderos.
Me quedaré
mirando como pasas,
siempre en silencio.
Me guardaré
los besos y caricias
como un buen sueño.
Y rezaré
al Dios que está en los cielos
por que te cuide.
Apuraré
el tiempo que me queda
para ir de viaje.
Y escribirá
la tinta de mi sangre,
breves poemas.
Porque te amé
y te amo todavía,
nunca lo dudes.
Pero se van,
mis fuerzas con mi cuerpo,
a descansar.
Y quiera Dios,
tomarme y perdonarme
de mis pecados.
Y tú, mi amor,
perdóname, si puedes,
y te hice daño.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/25
Cuando leí "No volveran" pensé en las golondrina de Bécquer y al leerte creo que es tan bello tú poema como aquel que vino a mi mente...
ResponderEliminarEres un gran poeta Rafael.
mariarosa
Gracias por tus palabras, María Rosa, y gracias por traer esas "golondrias" de Bécquer a mi recuerdo. Dormí muchas noches con ellas... ("...Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar, tu corazón de su profundo sueño tal vez despertará.
EliminarPero mudo y absorto y de rodillas como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido..., desengáñate, así... ¡no te querrán!...")
Un abrazo.
Me has emocionado con tus versos Rafael, me han gustado no sabes cuanto
ResponderEliminarte felicito `pr cada sentimiento que vuelcas en el
Un fuerte abrazo
Gracias por tus palabras Carmen.
EliminarUn abrazo.
Te encontrarás con tu mariposa, de alguna forma volverá.
ResponderEliminarMucha ternura en tus versos.
Un abrazo
Tu mariposa sigue inspirándote y sigue presente en ti, Rafael...La primavera te traerá muy pronto vuelos de mariposa, que te dejarán muchos mensajes, amigo poeta.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo.