Estás aquí,
muy cerca de mi lado,
aunque invisible.
Y no te ven
mis ojos hoy nublados
por tanta bruma.
Pero te siento
y noto tus latidos
entre mis dedos.
Son de tu mano
que llevo entre las mías
y que acaricio.
Quiero el silencio
y el beso de tus labios
junto a la brisa.
Y es que la vida
me llega en las caricias
que tú me dejas.
Son amapolas,
pequeñas margaritas
y algunas rosas.
Y van contigo,
y tú me las regalas
con unos versos.
Y así, el poema,
empieza con el día
y cobra vida.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/02/25
Hermoso poema para despertar en un lunes, lluvioso y gris en Bs As.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa, por aquí también llueve ahora.
EliminarUn abrazo.
Preciosa manera de empezar un nuevo día.
ResponderEliminar👏🏼👏🏼❤
Gracias por tus palabras y comentarios de hoy, Galilea.
EliminarUn abrazo.
Así florece un día hermoso. Besos
ResponderEliminarGracias Inma.
EliminarBesos
Esa compañía siempre la tendrás Rafael. Si todos los amaneceres fuesen así.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Hay compañías que no hace falta la presencia física , se nota en el alma , y eso es lo que importa. Un besote , Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz martes.