jueves, 10 de abril de 2025

6.168 - ESTOY CANSADO...



Estoy cansado,

decía el vagabundo,

ante la iglesia.


La vieja puerta

oía sus lamentos

desde el silencio.


El templo fresco

y oscuro, le invitaba

a descansar.


Buscando un banco,

en él sentó su cuerpo

y descansó.


Rezó, sin prisas,

en diálogo a los cielos,

en un susurro.


Y descansó

su cuerpo, amodorrado,

por largo viaje.


Muchos kilómetros

habían recorrido

sus largas piernas.


Y precisaba

del alto en el camino

y un buen descanso.


Soñó, despierto,

con nuevas primaveras

y mariposas.


Rafael Sánchez Ortega ©

07/04/25

3 comentarios:

  1. Que bonito. Somos un poco como ese vagabundo, la vida cansa y necesitamos un poco de paz y descanso.

    Abrazo.

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  2. Todos somos vagabundos, peregrinos de la vida y a veces hay que pararse, sentarse y descansar para hallar el equilibrio y la paz, amigo poeta.
    Mi abrazo entrañable y mi ánimo.

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