Una sonrisa,
pedían esos labios
de aquel poeta.
Una sonrisa,
en forma de caricias
y de palabras.
Una sonrisa
que abriera las pupilas,
ahora cerradas.
Y es que el silencio
de versos y de labios
era asfixiante.
Estoy cansado,
rumiaba en su silencio
el alma inquieta.
Una mochila,
pesada, de recuerdos,
iba en su espalda.
Y le apretaban
el tiempo y el pasado
del gran esfuerzo.
Quería un rato
de paz y de descanso
que precisaba.
Miró a los cielos
buscando a la sonrisa,
hoy tan ausente.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/25
A veces nos sentimos abrumados y solo queremos un poco de paz, el pasado cobra relevancia y la sola evocación de ciertos períodos nos aflige y agota. Pero también están los instantes renovados de amor, tranquilidad y esperanza... que ciertamente existen, a veces basta con decretarlos y el universo se encarga. Un fuerte abrazo amigo, que pases lindo final de semana.
ResponderEliminarP A T Y
Gracias por tus palabras, Paty.
EliminarUn abrazo y feliz finde, también para ti.
Que nunca falta esa sonrisa, aunque haya que dibujarla en el aire.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz domingo de Ramos.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz domingo de Ramos.
Una sonrisa nos dibujan tus versos, amigo...La vida empieza cada día y más ahora en primavera, cuando surge espontaneo el poema, como la lluvia y el viento, que nos traen el fruto y la flor...
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, poeta.