viernes, 4 de marzo de 2011

POR ESO A MI CASTILLA...


III

Por eso a mi Castilla me remito
al campo amarillento y bondadoso,
yo veo su pasado tan glorioso
labrado con paciencia de erudito.

Me alegro del instante tan bonito
y el día en aquel tren algo roñoso;
entonces comprendí cuan asombroso
resulta la Castilla que he descrito.

La tierra de trigales encantados
de aldeas y de pueblos arrogantes.
Castilla con castillos y sembrados

la cuna de poetas y de amantes.
Sus hombres, con ardor de enamorados,
amaron las espigas cimbreantes.

Rafael Sánchez Ortega ©
04/03/11

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