lunes, 16 de abril de 2012

HACE TIEMPO QUE NO TE HABLO, AMOR...


Hace tiempo que no te hablo, Amor,
ni acudo a charlar contigo más que en este monólogo
de mis letras.
Yo sé que sigues mis pasos,
que miras por encima de mi hombro,
que alientas mis acciones y mis sentimientos,
y también que me comprendes,
aunque te falte mi presencia.


Quizás debería contarte muchas cosas
pero no sé por dónde empezar.
Ha pasado el tiempo y ahora no estamos juntos.
Sé que quizás nunca volvamos a vernos.
Lo supe aquel día en la despedida,
en la vieja estación de autobuses
de nuestra Ciudad Recuerdo.
Creo que los dos lo supimos sin decir nada,
y por eso nuestras lágrimas en aquel momento.


A veces vuelvo a tu lado y miro tu cara,
rozo tu cuerpo con mis manos,
acaricio tu cabello y tus senos,
alivio tus cervicales
y deposito un beso en tu frente.


Me vuelvo con la sonrisa de tus labios,
con tu figura cansada entre mis brazos,
con el recuerdo de aquella niña abandonada
que no quería perder el momento y el instante
que estaba disfrutando.
Y entonces, nuevamente, me veo allí, tan cerca de ti,
tan juntos los dos que me estremezco
porque sé que el sueño está superando la realidad
y eso no es bueno.


Hacía tiempo que no te hablaba Amor,
y hoy he desgranado unas palabras,
apenas un balbuceo de mis labios
para que mis dedos te digan que te amo.


¡Sólo eso Amor, sólo eso...!


Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/12

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