lunes, 16 de abril de 2012

NO DEJO DE PENSAR EN EL ESPEJO...


No dejo de pensar en el espejo
y el reflejo que el mismo me dejaba,
¡había tanta vida en sus cristales
y una paz que llenaba todo el alma.

He pensado en el rostro tan hermoso,
en la cara tan linda y añorada,
en aquellos cabellos tan revueltos
y en el soplo llegando a sus pestañas.

Y escuché a sus labios cristalinos
recitar unos versos sin palabras,
pues buscaban la vida en un momento
a través de su voz y su mirada.

Fue un instante precioso que ha quedado
encerrado y envuelto en telarañas,
aunque sigue latiendo en mi recuerdo
el momento sublime con su calma.

Precisaba el calor de una sonrisa
y me diste la misma en la mañana,
y también aquel beso sin pedirlo
que animó mariposas renovadas.

Y viví la locura y fantasía
despertando del sueño de la infancia,
y corrí tras tus pasos, sin pensarlo,
soportando delirios en la marcha...

...Pero todo es ficción en los recuerdos
que transmiten vacío de la nada,
sensaciones de sueños inconclusos
que te llenan de brumas y nostalgias.

Nada tiene sentido en los cristales
aunque ahora recojan una lágrima,
un suspiro que baje de los ojos
al espejo perdido en la distancia.

Es por eso que lucho y me rebelo,
marioneta de amores y batallas,
sentimientos románticos, sin duda,
que sembraron el alma, de añoranzas.

Yo no quiero ese espejo y su reflejo
porque son una página pasada,
un recuerdo que vuelve en primavera
a enturbiar otro tiempo de esperanza.

Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/12

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