viernes, 21 de octubre de 2016

FUE UNA TARDE OSCURA...


Fue una tarde oscura
con nubes y viento,
sonaban campanas,
tañendo recuerdos.

Allá por la aldea,
dormida en el tiempo,
las sombras pasaban
camino del templo.

Adentro, en el coro,
se oían lamentos,
quizás cual susurros
llegados con ecos.

Un hombre, en la entrada,
miraba hacia adentro,
al ser invisible
que estaba en el féretro.

Dos lágrimas finas
mojaron su cuello,
dejando su cara
con fino reflejo.

Un cura ya anciano
rompió el embeleso,
tal vez, la tristeza
del acto supremo.

Rezaba una salve,
también padrenuestros,
y todos los fieles
quedaban contentos.

El hombre apartado
rezaba en silencio,
quería justicia
no solo los rezos.

"...Fue una tarde oscura,
camino del pueblo,
donde los amantes
sellaron su acuerdo..."

Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/16

16 comentarios:

  1. Hay tardes oscuras que duelen en el alma... en las que uno se siente solo ante las multitudes rutinarias que recitan mantras en los ritos que hablan de mitos...

    Abrazo

    PD: Te envié un correo.

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    1. Gracias por tus palabras Impersonem.
      Un abrazo.

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    2. Agradezco tu observación sobre el poema anterior y que he corregido, ya que así debía de ser, como muy bien me decías.
      Un abrazo y gracias Impersonem.

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  2. Has creado una atmósfera inquietante y esa oscuridad...

    Buen finde y besos.

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  3. Me ha encantado el final que le has dado al poema.

    Feliz tarde, amigo Rafael.

    Un beso.

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  4. Hay muchas tardes de esas, pero el final me ha encantado, se arreglo todo.
    Besos Rafael.

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  5. Que bello Rafael, es un placer haber vuelto y perderme entre tus letras. Un beso

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  6. Rafael amigo que bello está..... Y en eso un dulce silencio hubo ese encuentro íntimo de amor con Dios y tusletras llegan gracias !!! precioso versos un abrazo desde mi brillo del mar

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    1. Otro abrazo también para ti Bea y feliz fin de semana.

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  7. Definir melancolía en tus versos es algo osado, sin embargo canta esa emoción con notas altas.
    No deja de ser bello y de llegar directo al corazón.

    Mil besitos, Rafael.

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  8. Triste poema con final feliz
    Feliz sábado, Rafael

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